Aunque muchas cadenas generalistas llegaron a pelearse en Tribunales con YouTube, ahora acuden a la plataforma para beneficiarse de una audiencia millonaria con alcance global... y monetizada.
En 2005, un joven llamado Jawed Karim subía un vídeo de pocos segundos a una plataforma llamada YouTube. Se titulaba 'Me at zoo' ('Yo en el zoo') y no dejaba mucho a la imaginación: solo aparecía el joven hablando delante de unos elefantes. Durante los primeros meses de vida de la plataforma, casi todos los vídeos que subían sus precoces usuarios eran similares. Aquello pudo etiquetar a YouTube como una plataforma para subir chorradas, pero Google vio algo más en ella y no dudó en pagar 1.650 millones de dólares por ella... en 2006.
Aunque el resto es historia, lo cierto es que la mano de Google ha convertido a YouTube en una mezcla peculiar y, en cualquier caso, novedosa. Es un canal de televisión en sí mismo, donde se pueden ver programas o capítulos de series creados por personas anónimas que en muchos casos han logrado vivir de ello. Es una plataforma para seguir compartiendo chorradas. Es una gigantesca academia para aprender cualquier cosa. Es un servicio de alojamiento de vídeos. Es una plataforma de televisión que distribuye canales en directo. Es un lugar para escuchar música. Lo es absolutamente todo, en definitiva. Y no es algo nuevo: conforme YouTube crecía en sus más de diez años de vida, iba convirtiéndose en todo ello. Pero muchas televisiones tradicionales seguían sin verlo.
YouTube es un negocio para las televisiones
En 2015, Mediaset España y YouTube firmaban la paz tras ocho años de guerra, en la que incluso llegaron a los Tribunales. El grupo propietario de Telecinco y Cuatro prohibía a YouTube albergar cualquier tipo de contenido de su propiedad, cerrándose la puerta a una audiencia global cuyo consumo de televisión estaba intrínsecamente ligado a la plataforma de Google. Pero ellos no lo veían de esa forma: su visión era que YouTube se lucraba difundiendo sin permiso sus contenidos, lo que podría perjudicar su propio lucro. A su vez, que muchos usuarios utilizasen YouTube para acceder a sus programas suponía restar esa audiencia de los canales tradicionales. Ninguna de las dos afirmaciones es falsa en sí misma, pero el punto intermedio es que YouTube también genera negocio para las televisiones.
Según detalla 'El Mundo', los canales de televisión que han terminado aceptando a YouTube ingresan alrededor de un millón de euros al año gracias a la publicidad que se muestra en las reproducciones. Una cifra nada desdeñable y a pesar de que la plataforma de Google se queda con el 40 % de lo ingresado.
Así funciona el suculento negocio de las visualizaciones falsas en YouTube
Se calcula que el 1% de las visualizaciones de la plataforma son falsas, pero las cifras que mueve YouTube son mastodónticas... y eso genera mucho dinero a quien vende audiencia fake.
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El diario detalla cómo RTVE, la televisión pública estatal de España, ha visto en YouTube una vía para generar ingresos adicionales gracias a 'Operación Triunfo' (OT), el exitoso programa de talentos musicales enfocado a jóvenes... que son quienes han convertido a YouTube en su televisión de referencia. De hecho, hasta el 25 % de la audiencia del programa se genera en la plataforma de Google. 'El Mundo' detalla que los vídeos de 'OT' en YouTube duplican la audiencia de los colgados en la propia web de Televisión Española, donde no tienen anuncios porque una ley de 2009 retiró la publicidad de la cadena pública. En YouTube sí tienen anuncios, pero parece importar poco a los jóvenes.
Aunque la audiencia generada en YouTube, así como los ingresos, sigue siendo inferior a lo que genera el canal de televisión en sí, lo cierto es que todos los grupos audiovisuales españoles están presentes en la plataforma de Google, independientemente de que estén explorando las suyas propias. En el segmento joven, tanto RTVE (con 'Playz') como Atresmedia ('Flooxer') y Mediaset ('mtmad') tienen sus propios youtubes, además de contar con potentes plataformas de streaming ('RTVE A la carta', 'Atresplayer' y 'Mitele', respectivamente). Pero ya no son enemigos de YouTube, hasta el punto de que han llegado a utilizar la plataforma para distribuir canales en directo. Es lo que han hecho tanto RTVE con el propio 'Operación Triunfo' como Mediaset con el canal 24 horas de 'Gran Hermano VIP': ambos han podido verse a través de YouTube.
Movistar en YouTube
Un caso aún más extremo es el de Movistar+ y '#0', su canal exclusivo de televisión. La teleoperadora española ha invertido mucho esfuerzo y dinero en posicionar este canal como un producto premium que atraiga abonados a sus servicios, ya sea a través de programas de televisión o de series. No hay que olvidar que Movistar ha invertido alrededor de 100 millones de euros en la producción de series que alimenten '#0' como gancho para ganar usuarios. Sin embargo, algunos de los programas estrella del canal se pueden ver gratis y completos en YouTube. Lejos de considerarlo un absurdo por poder canibalizar su propia estrategia, los responsables de Movistar+ probablemente han llegado a la conclusión de que hay muchos usuarios que no se van a abonar a sus servicios, pero sí quieren ver estos contenidos. Y ante la disyuntiva de que los descarguen de algún servicio P2P del que no van a ver un céntimo o la telco controle su difusión en la Red y encima pueda ganar dinero con ello... pues parece que queda bastante claro que su decisión ha sido la acertada. De hecho, el programa 'Leit Motiv', presentado por Andreu Buenafuente, supera los 400 millones de visualizaciones en la plataforma de Google. "La televisión de pago no puede ser medida por millones de personas en audiencia", explicó en su momento Álex Martínez Roig, director de contenidos de Movistar+. "Desde Movistar+ consideramos que las interacciones y las visualizaciones en las redes sociales marcarán el camino", añadió.
Estos movimientos demuestran que
las televisiones tradicionales han terminado comprendiendo que YouTube es un gigante invencible ampliamente aceptado por la audiencia, sobre todo los más jóvenes, y que la única forma de llegar a ellos es transigiendo y asumiendo que estos nuevos actores digitales han llegado para quedarse. Por su parte, YouTube ha comprendido que su papel es el de un gigantesco intermediario audiovisual que puede
aliarse con las cadenas tradicionales y albergar sus mejores contenidos a cambio de ceder un porcentaje del dinero que generan. Un
win-win nacido de estar
condenados a entenderse porque, a fin de cuentas, quien manda es la audiencia. Y la de YouTube supera los
1.500 millones de usuarios al mes.