Estas son las evidencias que nos deja el primer semestre
El covid 19 ha dado la puntilla a muchos medios de comunicación, papel, digitales, TV, etc. con escasas excepciones como podcast, libros y algunas grandes cabeceras globales. Solo queda reinventarse o desaparecer. No valen las medias tintas.
Los editores deben asumir que el negocio de las noticias no tiene aún un modelo válido
Algunas encuestas y estudios recientes muestran que el estado actual de los medios de comunicación a nivel global sigue anclado en una persistente encrucijada que no termina de resolverse. No hay un modelo definido con validez más o menos común, aunque hay notables excepciones. Los editores intentan encontrar nuevas fuentes de ingresos que sustituyan las caídas de audiencias e ingresos publicitarios, pero con resultados en general modestos. Algunas cosas empiezan a estar claras. Por ejemplo, la búsqueda obsesiva de los "millones de visitantes únicos" es un camino que conduce a aberraciones sobre el sentido del periodismo y, con frecuencia a la ruina. Otra tendencia llamativa es el auge del audio.
Ya ha desencadenado un frenesí de negociaciones entre los gigantes AT&T, Comcast, Time Warner, Disney...
El fulgurante y abrumador éxito de Netflix está empezando a sacudir los cimientos no ya de la industria de la TV y el entretenimiento, sino también del atribulado sector de la información y los medios. De repente, los editores, grandes y pequeños, parecen mesmerizados por la sencillez y eficacia de tener toda la oferta por una modesta tarifa mensual. Se están lanzando en tromba a diversas conjugaciones de lo que podríamos llamar 'Newsflix', información agregada de diversas fuentes por un abono mensual, con o sin publicidad.
Los diarios españoles siguen con los mismo esquemas periodísticos de hace 20 años
Caen los directores de los grandes diarios de papel en España en carrusel, pero sus productos no cambian sustancialmente. Los diarios han perdido en pocos años en torno al 50% de su circulación y el 60% de su facturación publicitaria. Pero el planteamiento editorial y periodístico sigue exactamente igual que hace 20 o 25 años. La calidad ha bajado y la información se mezcla con demasiada frecuencia con la opinión. La prensa diaria se hunde inexorablemente y se encamina a su extinción con un llamativo inmovilismo.
Seguro que en los últimos meses te has encontrado con esta popular cadena a través de tus redes sociales favoritas pero, ¿funciona verdaderamente? El objetivo es claro: enviar un regalo a un desconocido, que vuelve multiplicado por 36.
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Los medios de comunicación españoles se están hundiendo, pero los sucesivos gobiernos permanecen ajenos a una creciente tendencia en Occidente a algún tipo de auxilio
En la vecina Francia y en otros muchos países europeos, los medios de comunicación, afectados por una crisis sin final a la vista, se benefician de la ayuda pública en forma de subsidios directos o indirectos. Alemania era hasta ahora una excepción, pues los editores temían que las ayudas menoscabasen su independencia. Mathias Döpfner, el todopoderoso patrón de Axel Springer, había declarado: "todavía prefiero las quiebras de los periódicos a la compra de su independencia por medio de subsidios". Ahora, esta tendencia histórica se ha quebrado. El presupuesto de 2020, aprobado por el Bundestag el pasado 29 de noviembre, incluye una partida inédita de 40 millones de euros en ayudas a la prensa. En España, parece no importar a los sucesivos gobiernos la abrupta caída sin final de los medios de comunicación, que empobrece los medios de que dispone la opinión pública para tomar decisiones bien fundamentadas en información plural y veraz. Así no va.
Nuevo caso de éxito en Europa
Los principales diarios del país, 'Le Monde' y 'Le Figaro', acarician los 200.000 suscriptores de pago. Los más modestos sobrepasan los 10.000. La prensa francesa ha logrado que cale entre los usuarios la idea de que es necesario pagar a cambio de obtener contenidos de calidad. Y la gente ha respondido de manera positiva.
La gran apuesta de las principales cabeceras para salvar el papel
No se puede vivir sólo del digital, al menos de momento. O eso es lo que se desprende de los resultados del último ejercicio en el que sólo Prisa, Unidad Editorial y Vocento aglutinan casi una tercera parte de la facturación total.
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