El 'Llamamiento de Christchurch', en alusión a la localidad neozelandesa en la que un terrorista supremacista asesinó a 51 personas en un ataque a dos mezquitas, ha reunido al presidente francés, Emmanuel Macron, a la primera ministra de Nueva Zelanda, Jacinda Ardern, y a los presidentes de Canadá o Senegal, entre otros, con representantes de algunas de las compañías tecnológicas más importantes (que a su vez se reunieron en la cumbre Tech for Good), para buscar la forma de frenar la difusión de la ideología terrorista en la Red. De la reunión ha salido un texto en el que se acuerda resistir ante las ideologías terroristas y extremistas, a buscar la forma de no dar publicidad a los mensajes de odio, a desarrollar tecnologías que permitan bloquear contenidos de corte terrorista y a ayudar a las compañías de Internet a eliminar contenidos violentos con mayor celeridad. Poco antes de la reunión, Facebook anunció cambios en Facebook Live, que estará vetada durante 30 días a quienes hayan violado en algún momento las normas de uso de la red social.
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France 24