Los principales medios estadounidenses han dado la señal de alarma tras conocer que el nuevo navegador Brave incluye por defecto el bloqueo publicitario, informa “Financial Times”.
El navegador ideado por Brendann Eich, cofundador de Mozilla, se comprometió a incluir una característica que permita sustituir los anuncios de los editores por otros de su red de publicidad y pagarles el 55% de lo obtenido. Brave y sus socios se llevan el 15% cada uno y los usuarios un porcentaje similar en bitcoins para que realicen micropagos al medio que les guste si así lo desean.
Brave defiende su modelo de negocio asegurando que los anuncios que proporciona protegen la privacidad del lector y se cargan más rápidamente. Pero la Asociación de Periódicos de América, que representa a más de 2.000 cabeceras de EEUU y Canadá, considera que se vulneran sus derechos de autor al utilizar el contenido de los medios para vender publicidad propia. Tras declinar formar parte de este modelo de negocio, Brave ha salido al paso con un comunicado en el que manifiesta que la carta de los editores está “llena de falsas afirmaciones” y asegura que no han entendido que “Brave es la solución, no el enemigo”. El navegador pretende que quede claro que su plan es compensar financieramente a los editores y acabar con los anuncios invasivos.
En EEUU el bloqueo publicitario aún no es una práctica tan habitual como en Europa. En España, el 26% de los usuarios utiliza habitualmente este tipo de software. PageFair, el servicio antibloqueo, y Adobe, la compañía de software, encontraron que el 16% de los usuarios de Internet estadounidenses bloquearon anuncios en 2015, en comparación con tasas del 20% en Reino Unido, el 25% en Alemania y casi un 37% en Grecia. Sin embargo, una encuesta de Global Web Index desvela que los usuarios de móviles que bloquean anuncios en EEUU alcanzan ya el 37%.