Cuando hablamos de Bloomberg, probablemente nos vienen a la mente tanto el canal de televisión como el exalcalde de Nueva York (habrá olvidadizos que incluso sigan pensando en Michael Bloomberg como el actual alcalde, pese a que dejó ese puesto hace un lustro). En cierto modo, ambas imágenes son ciertas: Bloomberg es un canal de televisión y también es el apellido de su fundador, a su vez exalcalde de la ciudad de los rascacielos. Fue en 1981 cuando revolucionó el sector financiero con sus famosos terminales de inversión. Aquello fue la semilla de un imperio sustentado sobre el mundo de la economía y las finanzas, que en 1994 alumbró la división de medios de comunicación especializados en el sector. Y lo hizo con un canal de televisión. Ahora la historia encaja.
En estos casi 25 años que lleva Bloomberg en el sector de los medios de comunicación, es evidente que las cosas han cambiado. Y la compañía no ha sido inmune a ello. Cuando empezó, los canales de noticias de pago auguraban un brillante futuro gracias al lugar que se ganó la CNN durante la Guerra del Golfo, que erigió al canal de Ted Turner como una marca de noticias de altísimo prestigio y comprobada solvencia e independencia editorial. Lanzar un canal de televisión especializado en economía tenía todo el sentido en aquel momento. Pero poco tiempo después empezó a despegar Internet, una tecnología que rápidamente mostró sus bondades al sector financiero y sus garras a un canal especializado en finanzas, donde la inmediatez se traduce en millones de dólares de pérdidas o ganancias. El resto de la historia ya la conocemos: Internet ha ido ganando terreno, en paralelo al progresivo declive del resto de medios, en este caso. Y aunque Bloomberg no ha dejado de crecer (llega a más de 300 millones de hogares en el mundo y cuenta con más de una decena de señales en diferentes idiomas y para distintos países), también ha tenido que apretarse el cinturón: en 2009 cesó las emisiones de sus señales en español, alemán, francés, italiano o japonés, además de la canadiense o la indonesia. Seis años después también cerró la africana, reforzando en paralelo su presencia en Asia y demostrando con ello que el verdadero futuro de la economía está ubicado al este, a pesar del desliz en Indonesia.
Pero el agitado camino del canal de televisión también se ha materializado en una potente apuesta de Bloomberg en Internet. En la actualidad, su web es más bien un hub informativo que se centra, además de en las puras finanzas y mercados, en tecnología, movilidad, lujo o política. Todo ello con una constante presencia del vídeo (su especialidad, por otra parte), de profundos reportajes, de informes especiales y exclusivos y de una amplia oferta de newsletters. "Hasta hace tan solo ocho años, Bloomberg seguía contando lo digital como una parte muy pequeña de su base de ingresos", explicó durante el pasado FIPP Asia, celebrado en China, Parry Ravindranathan, director general internacional de Bloomberg Media Group. "En ese momento, la televisión todavía nos estaba proporcionando la mayor fuente de ingresos", añadió, y reconoció que "Bloomberg fue en muchos aspectos un adoptante comparativamente tardío de lo digital en comparación con colegas como el 'Wall Street Journal', por ejemplo, pero miro dónde estamos ahora y en realidad somos más multiplataforma y más grandes en digital que algunos de nuestros principales competidores".
Un buen ejemplo de esa apuesta por otras plataformas está en 'TicToc', un canal de televisión nacido el año pasado que se emite exclusivamente a través de Twitter, y que está enfocado al público millennial. Fue la respuesta de Bloomberg a 'Cheddar', fundado por un grupo de profesionales de los medios e importantes inversores un año antes, con el objetivo de robarle la tostada del público más joven. "La creación de 'TicToc' fue un gran paso adelante para nosotros porque se trataba de crear algo para la esfera de las redes sociales y pensar las cosas de manera diferente a la televisión", resume Ravindranathan. No obstante, la creación de 'TicToc' también entronca con el interés de Bloomberg por llevar su joya mediática a cuantas plataformas sea necesario; entre ellas Apple TV, para quien están construyendo una plataforma en exclusiva. "Fue el primer paso hacia nuevas formas de diversificación de ingresos y, en realidad, es un paso altamente rentable", reconoce.
Si bien 'TicToc' es gratuito, la presencia digital de Bloomberg es un lucrativo negocio: hace unos meses, la compañía levantó un muro de pago que "superó nuestras expectativas y diría que ha generado tres veces lo que pronosticamos", presume Ravindranathan. Los precios parten de 34,99 dólares mensuales por acceso sin restricciones a la web. Por cinco dólares más al mes, el usuario también accede a la revista 'Bloomberg Businessweek', un clásico editorial de finanzas que la compañía neoyorquina compró en 2009 a la editorial McGraw-Hill, añadiendo a la cabecera su marca. "Creo que la suscripción es el camino a seguir, aunque en el mercado actual, sin duda, existe un peligro de fatiga por la suscripción", reconoce, dejando entrever que la búsqueda de un 'Netflix de los medios' se antoja necesaria para evitar la canibalización de los modelos de suscripción y la imposibilidad de su convivencia.
Además de lo que ya podemos considerar como tradicional o habitual, Bloomberg está apostando por novedades que empiezan a despuntar, y que ofrecen a los medios nuevas ventanas en las que distribuir sus contenidos. Entre las que explora el Grupo están la voz, la Inteligencia Artificial y la Realidad Aumentada. "Mantenerse a la vanguardia de la tecnología es lo que realmente va a importar en los próximos años", advierte Ravindranathan. Nada que añadir.