Los millennials prefieren consumir contenidos audiovisuales en Internet que visualizarlos en el televisor. Por ello, Youtube ha decidido llevar esos canales televisivos a su plataforma para satisfacer esta creciente demanda.
El consumo de vídeo crece año tras año en Internet. Sin embargo, los jóvenes menores de 35 años pasan de la televisión tradicional y, si la tienen puesta, están realizando otras tareas simultáneamente. En muchas ocasiones incluso los millennials se conectan a Internet para comentar los contenidos televisivos.
Google ha decidido que, si la montaña no va a Mahoma, Mahoma vaya a la montaña y llevará a los usuarios de YouTube los canales que ya no estaban viendo por emitirse en una plataforma que no consumen.
YouTube TV ya está disponible en cinco de las principales ciudades de EEUU y ofrece el acceso a 40 canales de cable por 35 dólares al mes. Incluye seis cuentas, de las que se pueden usar tres a la vez, y en su oferta destaca su gran apuesta por los deportes.
Aunque se puede ver en ordenador y Google Chromecast, en ‘The Verge’ aseguran que la experiencia de YouTube TV en un smartphone es impresionante. Además, destacan la función DVR como la mejor en su clase, ya que ofrece una cantidad ilimitada de almacenamiento en la nube y guarda las grabaciones durante nueve meses. En lo que respecta a las búsquedas, los expertos destacan que se nota que Google lleva perfeccionando esta tecnología una década. Aparte de las búsquedas típicas por nombre de la serie, película, actor o género, el servicio es capaz de encontrar lo que buscas realizando consultas de conceptos más amplios, como “viaje en el tiempo”.
El inconveniente a destacar es el de todos los servicios de streaming: el usuario solo puede ver YouTube TV si se encuentra en el domicilio que ha registrado previamente y no puede usar el servicio sin la tecnología GPS. En el caso de querer disfrutar de los contenidos en otro lugar, bastará con guardarlos.
El lanzamiento de YouTube TV coincide con la fuga masiva de anunciantes que ha sufrido la compañía. Las empresas consideran que no es bueno para su imagen que sus anuncios aparezcan junto a contenido inapropiado.