Tecnologías Emergentes

Las 50.000 cervezas de Uber

Primer envío en un camión totalmente autónomo en Estados Unidos

Miguel Ángel Ossorio Vega | Miércoles 26 de octubre de 2016
La compañía estadounidense ha recorrido casi 200 kilómetros por carretera a una media de 88 kilómetros por hora con el conductor haciendo yoga al volante.

En la décima temporada de ‘Los Simpson’ Homer y Bart se convierten en camioneros por un día tras morir de un empacho Red Barclay, un conductor que estaba de paso por Springfield y que se dirigía hacia Atlanta para realizar su entrega. Durante el trayecto, Homer se queda dormido al volante. Pero no sucede nada: el camión está equipado con un sistema de autoconducción que permite a los camioneros ir durmiendo mientras sus vehículos se conducen de forma autónoma hasta su destino. Es un dispositivo que los camioneros mantienen en secreto para seguir justificando su empleo. Aunque todo esto no es más que un episodio de una serie de dibujos animados emitido en 1999.

Diecisiete años después Walt Martin, un camionero estadounidense, hace posturas de yoga al volante de un camión de 18 ruedas que circula por una interesatatal estadounidense a 88 kilómetros por hora. Un software de 30.000 dólares controla automáticamente su camión hacia Colorado Springs, a casi 200 kilómetros del punto de partida. Esto no es un dispositivo secreto y no es una serie de televisión: se trata, simplemente, del primer camión autónomo de Uber que realiza una entrega sin un conductor al mando del vehículo. Es la vida real. Y transporta 50.000 latas de Budweiser para celebrar el inicio de una nueva era en el transporte de mercancías.

“Podemos imaginar un futuro en el que los camiones son esencialmente un tren virtual con un raíl de software en una autopista”, explica Lior Ron, cofundador de Otto, una empresa adquirida por Uber el pasado verano tras pagar 680 millones de dólares por esta start-up desarrolladora del programa informático que permitirá a la compañía de Travis Kalanick adelantarse a Tesla en el desarrollo de un vehículo totalmente autónomo.

Gracias al software de Otto cualquier vehículo podrá convertirse en autónomo. Sólo necesita tener el cambio de marchas automático. Del resto se encargan unidades de detección de obstáculos por láser, un radar y una cámara de alta precisión. En el interior de la cabina, tan sólo dos botones rojos para activar o desactivar el piloto automático. Para eso hemos quedado los humanos. “Creemos que las tecnologías de autoconducción pueden mejorar la seguridad, reducir las emisiones y mejorar la eficiencia operativa de nuestros envíos”, explica James Sembrot, de Anheuser-Busch.

El sector del transporte de mercancías será el primero en eliminar a los conductores humanos de la ecuación, según los analistas del sector. Esto se debe a que es más sencillo implantar estas tecnologías en las autopistas, donde se puede mantener una velocidad constante, no hay peatones e imprevistos y el rumbo es más directo que serpentear entre calles de una ciudad. Este aspecto supone, a su vez, la tabla de salvación de los camioneros: el piloto automático deberá desactivarse (de hecho lo hará de forma automática) cuando haya que conducir por zonas urbanas. Quién iba a decir a Homer Simpson en 1999 que aquel dispositivo de autoconducción que casi le cuesta la vida por la furia de los camioneros afectados por su indiscreción sería el futuro del transporte en 2016. Y todo empieza con unas latas de cerveza.

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