El Gobierno ha autorizado las primeras pruebas de camiones autónomos en carreteras abiertas al público, lo que ayudará a ver cómo conviven humanos y máquinas.
Con el objetivo puesto en determinar la distancia de seguridad que se debe aplicar a un camión autónomo, las autoridades del Reino Unido anunciarán la próxima semana las primeras pruebas que se realizarán en este campo. Serán en carreteras abiertas al público y no en circuitos, aunque los camiones llevarán a un humano en la cabina por si hubiera algún problema.
“En un momento de gran incertidumbre en la economía global, Gran Bretaña debe tomar decisiones audaces para asegurar su liderazgo en el mundo en lo referente a nuevas tecnologías e infraestructuras”, ha explicado George Osborne, parlamentario británico, al Financial Times. El país quiere liderar los avances en este campo, por lo que existen movimientos a nivel político para cambiar leyes y permitir circular a estos vehículos de aquí a 2020.
Las pruebas lanzarán a la carretera a columnas de camiones para valorar su rapidez de respuesta ante un frenazo repentino. Hasta seis fabricantes europeos (Volvo, Mercedes, Scania, MAN, Iveco y DAF) realizarán pruebas de este tipo en varios países de la Unión Europea como parte de un programa que busca, precisamente, probar el comportamiento de los camiones autónomos cuando circulan en pelotón, imprescindible para que puedan convivir en la carretera con otros vehículos sin que se produzcan accidentes.
Las primeras pruebas parecen alentadoras: según observó Volvo en los tests que realizó en Suecia, a velocidades de unos 70 kilómetros por hora sólo eran necesarios 0,2 segundos y una distancia de cuatro metros para que reaccionase el software que controlaba el vehículo y frenase a tiempo.
“Los coches sin conductor podrían representar el cambio más importante para el transporte desde la invención del motor de combustión interna”, asegura Osborne. Para la industria, los camiones autónomos podrían evitar la gran mayoría de los accidentes, ya que el software ni se distrae ni se queda dormido, explican desde el sector. Además, el uso de vehículos autónomos reduciría tanto los costes laborales, al no llevar conductores a los que pagar un sueldo, como los de combustible, aunque los costes iniciales de probar, mejorar e implantar esta tecnología superarían los potenciales ahorros, recuerda Malcolm Bingham, director de la Freight Transport Association del Reino Unido.
Por el momento, estos vehículos serán probados en algunas carreteras de
Coventry, Bristol, Greenwich y Milton Keynes. Las pruebas se harán por la noche, para no entorpecer el tráfico en hora punta, y con el objetivo puesto en observar la convivencia en concreto entre estos camiones y los motoristas, así como la idoneidad de las actuales carreteras del Reino Unido para que circulen estos vehículos autónomos para transporte de mercancías.