El anuncio online puede llegar a desaparecer
Durante décadas, el público ha soportado anuncios machacones, que repiten hasta la extenuación un mensaje idéntico, que se apoderan de tu precioso tiempo y secuestran la información o el entretenimiento que buscas. Los destinatarios han aguantado la tortura forzados muchas veces por la idea de que era una molestia que había que soportar para obtener el contenido deseado. La transformación digital ha llegado a un punto que permite al destinatario de los contenidos tomar las riendas de lo que quiere o no quiere ver. La economía de la atención va a sentenciar a la publicidad tal y como la conocemos. Será una buena noticia para todos, excepto para las agencias de publicidad y otros actores implicados, que tendrán que reinventarse o desaparecer.