Sus primeras páginas están aún llenas de 'commodities', noticias que todo el mundo conoce
Han pasado más de 20 años desde la irrupción del tsunami digital sobre la prensa y los medios de comunicación. El resultado es más bien desastroso: se han cerrado incontables medios y se ha despedido a miles y miles de periodistas. Es cierto que los medios digitales alcanzan audiencias sin precedentes, pero la inundación informativa ha hecho que el agua potable, la buena información, esté contaminada de una infinidad de falsedades, manipulaciones y nimiedades sin cuento. ¿Por qué los diarios de calidad, los que han sobrevivido, mantienen los mismos esquemas que antes de la revolución digital? ¿Tal vez porque el cambio cultural no ha calado aún entre los principales responsables de los medios?