Netflix

Zuckerberg ha contratado a Mina Lefevre, que se unirá al equipo que lidera Ricky Van Veen para potenciar el vídeo en la red social. Estas contrataciones pueden ser la primera piedra para que Facebook comience a crear sus propias películas y series.

La compañía quiere seguir el ejemplo de Amazon y Netflix para “participar en los cambios que están sucediendo en la industria de los medios”, ha reconocido Tim Cook.

Enseña frases como “ustedes pueden aceptar mi negocio o aceptar las consecuencias”, “me gano la vida haciendo negocios” o “yo digo que volvamos y les demos plomo”.

Empresas ajenas al sector de las telecomunicaciones luchan por conquistar este mercado. Solo la rápida reacción de las compañías asentadas permitirá que no pierdan su influencia. La batalla por el control de los contenidos ha comenzado.

El duopolio televisivo español, Mediaset y Atresmedia, se forra a ganar dinero por decisiones políticas y el pasado viernes el Gobierno los premió con tres canales nuevos de TDT. RTVE está hundida de audiencias y anegada de números rojos. Las televisiones autonómicas son una ruina de escándalo y crecen las opiniones que piden su cierre. Las nuevas TDT han sido fuente de sensibles pérdidas para varios de los actores supuestamente beneficiados con concesiones en anteriores repartos. Y en este panorama altamente convulso, Netflix aterriza en España, Portugal e Italia el martes 20 de octubre con cerca de 70 millones de suscriptores de pago, marcando la pauta de una tv del futuro profundamente disruptiva. Vienen curvas peligrosas.

Los gigantes televisivos están en una situación crítica. El desplome de la bolsa en China provocó una desvalorización de sus acciones que viene a sumarse a un cambio en los hábitos televisivos de los espectadores. La audiencia de las cadenas tradicionales estadounidenses ha bajado un 9% y, aunque España es de los pocos países en los que el consumo de este tipo de televisión ha crecido, el del vídeo bajo demanda está a punto de igualar al convencional. En general, los consumidores no se muestran satisfechos con los paquetes televisivos contratados y las cadenas no pueden asumir los altos costes de las retransmisiones sin que repercuta en el precio del servicio.

Buenas noticias para los abonados a servicios audiovisuales en Internet. A partir de ahora, cualquier usuario que viaje a un país dentro de la Unión Europea podrá seguir disfrutando de los contenidos a los que estaba suscrito en su país de origen.

La compañía, que recientemente ha adquirido Time Warner, ofrecerá hasta 100 canales para compensar la caída de abonados a la televisión por satélite.

Cada año un mayor número de clientes opta por cortar el cordón umbilical que le une a su proveedor de cable. Los servicios de streaming bajo demanda y a bajo coste resultan mucho más atractivos para toda una nueva generación. ¿Qué planes tienen las compañías de cable y las de Internet para conseguir llevar a los espectadores a su lado de la balanza?

Tras atraer a más de 66 millones de suscriptores en todo el mundo y tener presencia en más de 80 países, Netflix se enfrenta al reto de traducir esa exitosa expansión en ingresos. Pero, ¿los usuarios del servicio entenderían ahora una subida de precios que se ajuste a la realidad del mercado?

El servicio de vídeo bajo demanda formará parte a partir de octubre de la oferta de Vodafone TV. Para entender lo que supondrá la llegada de Netflix a España, es necesario saber en qué ha cambiado el panorama audiovisual del país vecino tan solo un año después de su aterrizaje.