Informe

El móvil nos recomienda modificar la tarifa del recibo del gas, revisar los niveles de glucosa o cambiar el aceite del coche. Son escenas cada vez más habituales en España y que conforman la llamada Cuarta Revolución Industrial, una nueva fase en la que la tecnología pasa de ser una herramienta de acceso a información para convertirse en un medio que ofrece soluciones personalizadas en función de las necesidades del usuario.

La crisis económica, que afectó especialmente a los medios de comunicación, motivó a las personas que se quedaron fuera del mercado laboral a reengancharse a través de sus propios negocios. El medio digital es especialmente propicio para iniciar una nueva aventura empresarial, pero si se trata de un negocio a nivel local, los ingresos publicitarios apenas cubren gastos.

La comunicación corporativa y la información, la publicidad y la industria de las noticias, se han mirado con recelo históricamente, como funciones distintas dentro de una misma profesión. En la sociedad digital, estas tareas se están moviendo y redefiniendo hacia espacios comunes aún sin explorar. La publicidad debe reinventarse de arriba a abajo, incorporando un afinado grado de personalización. Al mismo tiempo, la construcción de un relato atractivo como función propia del periodismo, se está convirtiendo en una exigencia creciente de la comunicación corporativa.

Prácticamente todas las semanas hablamos sobre el que ha sido señalado como uno de los grandes problemas del sector durante 2015: los ‘bots’. Y es que no se ha hallado aún forma de encontrar un método fiable que desvele el tráfico real de una web.

Los efectos de la crisis económica y la irrupción de las nuevas tecnologías son dos de las principales causas de que los periodistas se hayan visto abocados a reinventarse. Su situación laboral tiende a estabilizarse, pero el trabajo que tienen que realizar se ha multiplicado. La falta de independencia de los medios y las presiones externas son dos de los factores que interfieren cada vez más en su labor diaria.

La economía española creció un 3,3% en 2016, pero los ingresos agregados de los medios cayeron un 2% en el mismo periodo. La caída desde 2008 ha sido dramática y no parece tener intención de frenar.

Desde el 8 de noviembre, las mujeres españolas están trabajando gratis en sus empresas. La brecha salarial respecto a sus compañeros hombres es tal que para igualarles en salario no deberían acudir a sus puestos de trabajo durante los dos últimos meses del año. Si a ser mujer se suma ser periodista, una de las profesiones con mayor precariedad laboral, la combinación se convierte en la tormenta perfecta.