El diario de Prisa está mejorando su cobertura de los temas más conflictivos de la actualidad mundial, la emigración, las guerras, los colectivos más golpeados, cumpliendo una importante función informativa, cuando hay en marcha una pugna por el control de este importante medio.
Habrá que empezar por felicitar a la directora Soledad Gallego-Díaz y a su equipo, porque el diario ha ganado pulso en los últimos meses, poniendo en marcha iniciativas interesantes. Claro está que tiene bastantes asignaturas pendientes, entre otras cosas porque estos grandes buques tienen casi todos un problema de isomorfismo. Si observamos su primera página a través de los años, cuando la era digital ha revolucionado todo, es casi idéntica a la que tenía hace 20 años. En los últimos meses, está cubriendo de manera brillante y asidua los "agujeros negros" del turbulento mundo, dramas terribles como la emigración, los refugiados, los colectivos más marginados y apaleados, los conflictos bélicos, las intolerables desigualdades, los países fallidos, etc. Buenas crónicas con valor humano y testimonial. Una muy importante labor para un diario que aspira a ser global y un servicio vital para la sociedad. Pero su audiencia en papel está en caída libre y la cotización de su acción es irrisoria. ¿No deberíamos llamar la atención sobre estos hechos?