Axel Springer

Los intereses de Axel Springer se han topado con la realidad judicial. La compañía alemana acudió a los tribunales al considerar que el uso de bloqueadores publicitarios en Internet está perjudicando seriamente su negocio. El varapalo judicial posibilitará que los lectores sigan entrando a las webs sin visualizar anuncios, a menos que los propios editores impidan el paso a los usuarios que bloqueen su principal medio de subsistencia.

Axel Springer ha celebrado un evento en Berlín al que han acudido 80 expertos de medios internacionales. Algunos de ellos respondieron a una encuesta en la que expresaron que existe un gran potencial en la cooperación con las plataformas digitales y que en un futuro podrían ayudarles a aumentar las suscripciones. Sin embargo, tienen que dejar de depender tanto de ellas si quieren sobrevivir.

El mayor editor de Europa ha demostrado que una apuesta temprana por digitalizar su negocio le permite disfrutar de una posición privilegiada en la actualidad.

Ingresó más de 3.000 millones de euros y ganó más de 200 millones. 7 de cada 10 euros que factura son digitales, pero cuenta con la inestimable ayuda de los anuncios clasificados, donde es monarca absoluto.

Mientras decenas de medios cierran, reducen plantilla o se arrastran por un puñado de clics, Axel Springer ultima su nuevo edificio de 13 plantas en pleno centro de Berlín, donde trabajarán los 3.000 empleados que nutren de contenidos sus decenas de cabeceras digitales, que logran más de 600 millones de euros de ganancias cada año. Detrás de la estrategia del cambio está Doepfner, que empezó como crítico musical y ahora posee un paquete de acciones valorado en 133 millones de euros.

La relación entre la editora más importante de Europa y el gigante de Internet nunca ha sido fácil. La compañía alemana mantiene una pugna por conseguir que los buscadores y los agregadores de noticias paguen a los medios digitales por mostrar sus informaciones. Sin embargo, se inicia un período de alto el fuego que permitirá comprobar cómo se equilibran las fuerzas de todos los actores.

Facebook y Google siguen acaparando el mercado de la publicidad en Internet. Las empresas europeas se han dado cuenta de que ahora es más importante hacer frente a un enemigo común que competir entre sí, por lo que siguen ideando fórmulas para ganar esta batalla. La última es la alianza alemana impulsada por Axel Springer para dotar a los usuarios de una ‘clave maestra’ que permita acceder a los sitios web asociados.