El Monasterio cercano a Madrid, no es solamente un edificio, es un conjunto de realizaciones que contiene además una serie de maravillas, desde una colección de reliquias sin par, hasta el panteón en el que descansan los monarcas de España, una pintura mural de batallas gigantesca, obra de artistas italianos, una biblioteca con los lomos al revés…y un montón de leyendas y supuestos fantasmas, desde un perro negro que recorre las estancias, la llamada “puerta del infierno” y otros espectros.
La vida del monarca más poderoso de su tiempo, Felipe II, “siempre de negro hasta los pies vestido”, daría para varias series. Rey de Francia, Nápoles, Jerusalen, Irlanda, Portugal, etc. Casado cuatro veces, además de varias conocidas amantes, coloca a Castilla en el centro del vasto Imperio, preside el Siglo de Oro y el Renacimiento y funda el primer reino moderno de la época, ayudado por los mejores soldados y capitanes, los famosos tercios, organiza una muy eficaz red de espionaje global, construye varios prototipos de barcos de vapor y funda en el Monasterio un Gabinete de Alquimia.
Acuciado por numerosas enfermedades, que soporta con modélico estoicismo, en el pequeño dormitorio desde el que puede seguir la misa, el monarca manda llamar a su hija preferida, Isabel Clara Eugenia, y a su hijo para que contemplen un guiñapo encharcado de sus propias deyecciones, diciendo “mirad en que viene a parar los reinos y señorías de este mundo”.
El monasterio recibe más de medio millón de visitantes cada año, de todas las partes del mundo.