Siempre me ha gustado el analista de medios de comunicación y periodismo Jeff Jarvis. Ha adelantado el contenido de su próximo libro “El paréntesis de Gutenberg”, en el que afirma que el periodismo de masas es un descendiente de Gutenberg, “la última extensión de tratar al público como objeto, como audiencia en lugar de participante”. “Fue la industrialización de la imprenta que explotó la circulación de los diarios de un promedio de 4.000 a fines del siglo XIX a cientos de miles y millones en el siguiente, lo que trajo escala a los medios.
El contenido se convierte en una mercancía para atraer la atención de la audiencia, que a su vez se vende como mercancía”. El resultado es bastante funesto y los digitales han llegado al barro. Los magnates de la era mecanizada, los Hearts,Pulitzer,Bennett,Murdoch, construyeron sus imperios sobre el tráfico. Los digitales luego tenían nuevas formas de cazar sus presas: redes sociales, clickbait, etc. Las mercancías en abundancia tienden a precio cero. Jarvis es rotundo: “El tráfico no es donde reside el valor de Internet” Ahora es el discurso y la conversación.
Nos llevará mucho tiempo reconstruir el valor de las habilidades conversacionales. Ahora tenemos un desorden brutal.
Solo hay que acercarse a un quiosco aquí en España, uno de los pocos que van quedando, mirar las portadas de los principales diarios en papel y encontrarán vulneradas algunas de las más sacrosantas reglas del periodismo: mezcla de la información con la opinión de la manera más descarada, partidismo militante mirando a sus amos y no al servicio público, titulares mentirosas que buscan la audiencia a cualquier precio. Los veteranos deberíamos llorar.
Un 75% de los jóvenes españoles se informa por Tic-Tok, plagado de basura. El informe Bad Bot Report nos informa que el 47,4% del tráfico de Internet está ocupado por los bots, que se utilizan cada vez más con fines maliciosos. Los bots acaban de colapsar las oficinas de extranjería, quedándose con la práctica totalidad de las citas personales disponibles, imprescindibles para presentar trámites obligatorios de extranjería. Luego se venden a buen precio.
Los medios digitales puros han caído con demasiada frecuencia en el mismo error de apostar por el tráfico, secundados por la apisonadora de Google. Pero ahora que el buscador ha perdido su sitio, navegan muchos hacia la cascada.
Solo hay una fórmula: apuesten por la calidad, por las reglas del periodismo riguroso, por la fidelización de sus audiencias, más que por su número, por la recopilación y sistematización de sus datos, por su marketing más que por su publicidad, necesitada de reinventarse. No sigan a los políticos faltones, no ensalcen a personajillos de una tarde, no se copien unos a otros. Conversación, conversación auténtica.
Si (
No(
