Vamos a intentar resumir en cuatro puntos las que podrían ser las claves para reinventar una industria devastada. Estamos en una encrucijada vital del Homo Sapiens, que quiere jugar a ser Homo Deus, pero se puede perder en el intento, cuando las máquinas nos alcancen. El trasfondo es de un desafío medioambiental, pero hay mucho más. La información de alta calidad es clave en esta transición y no vamos bien. El camino está lleno de niebla cuando nos acercamos al que puede ser el final de la pandemia del covid-19. Encendamos las luces largas.
1.-Lo mejor del viejo periodismo, la información de calidad, contrastada, imparcial, independiente, sigue siendo la vieja clave. Pero es cara de producir, nada en aguas contaminadas, en campos de minas, sin modelo de negocio, dependiente de las grandes empresas tecnológicas, que corren en pos de su beneficio. Y con un montón de agentes contaminantes, de hackers, de granjas de agitación y propaganda, en medio de una guerra global de naciones y bloques. Tenemos algunos ejemplos que parecen haber ganado provisionalmente la primacía: desde medios como el “NYT”, el “Washington Post”, “Financial Times”, The Economist”, etc., todas aupados por la globalización del idioma inglés. Pero es solo el comienzo de la partida. ¿Quién se alzará con la primacía del idioma español?
2.- Contenidos sin intermediarios. Los creadores se van a independizar de los medios, las productoras, las empresas tradicionales. El ejemplo de la plataforma Substrack, que ha llegado al millón de suscriptores de pago y se propone la meta de los 10 millones, marca un camino. Los creadores ya no tienen que depender de los malditos anuncios display, invasivos, abusivos. Se van a formar cooperativas de creadores de contenidos de todo tipo, no solo periodísticos, administradas por sistemas como el blockchain.
3.-Una nueva alianza entre creadores y la tecnología. No solo el negocio de la información, ningún negocio o sector, se puede desentender del fantástico, insospechado, cambio tecnológico exponencial. Nos cuesta comprender el progreso exponencial, pues no han precedentes en la historia de la humanidad. El mundo ha entrado en un proceso de cambio marcadamente impredecible. Gente como Elon Musk, que tiene una mente exponencial, se convierte en el más rico del mundo casi de la noche a la mañana. Vendrán otros, que sabrán integrar las vanguardias como la computación cuántica, la Inteligencia Artificial, la Realidad Virtual, el Metaverso, etc. en innovaciones insospechadas. El oficio del periodismo debe integrarse en esa corriente, trabajando codo con codo con profesionales de las diversas tecnologías, con otros creadores de contenidos de todo tipo.
4.- Información en profundidad. Hay que empezar a separar la información de carril, la que pueden tener todos, de la información propia de alta calidad. La primera es solo una “commodity” que tiende a valor cero. Durante decenios, los medios tradicionales y los nuevos, se han centrado en la superficie de la información, en el oleaje, la piel, la anécdota sin significado. Ahora hay que explicar la profundidad del mar adentro. Si nos quedamos en la superficie, no entendemos nada. En un mundo cada vez más complejo, debemos buscar los significados, las corrientes de fondo, las tendencias fuertes. Esa búsqueda es la esencia del periodismo de la era global. Y para eso hay que reiniciarse.