La primera y más importante tal vez, es que el inmovilismo, el isomorfismo, he resultado demoledor. Aquellos editores y empresarios que se resistieron a los cambios, esperando que la tormenta amainase, están muertos o han entrado en una lenta agonía. Si te limitas a despedir periodistas, achicar plantillas y cerrar publicaciones eres un zombi. Como denuncia el prestigioso Wolfgang Münchau, demasiados medios de comunicación siguen cultivando el mismo modelo de venta de historias. Lo que se denominaban exclusivas han dejado su aura de prestigio, son globos sonda o filtraciones interesadas. Mucha vieja guardia sigue empecinándose, con mucho menos dinero, menos audiencia y lectores.
En España, los ingresos por venta de ejemplares se han reducido en dos décadas más del 70% y casi todos los grupos han recortado plantillas. Un ejemplo, Unidad Editorial contaba el 2008 con 2.200 empleados y ahora tiene menos de mil.
Vivo contraste con lo que han hecho los triunfadores. El “New York Times” tenía 3.710 trabajadores en 2016 y ahora tiene más de 4.500. Apostó por las nuevas tecnologías y las nuevas narrativas. Tiene más de ocho millones de suscriptores de pago y su cuenta de resultados luce con brillo. Parecido caso en el “Washington Post”. “The Economist” sigue siendo la revista más influyente del mundo y plenamente rentable, aunque ahora sea propiedad de algunos multimillonarios foráneos. “Financial Times” sigue en números negros y continúa innovando e invirtiendo, ya propiedad de los japoneses.
El fácil deducir que el periodismo de alta calidad es el camino de la salvación, que los periodistas solventes e independientes son más necesarios que nunca. El caso de la BBC es apabullante, acaba de sumar otros 20 millones de audiencia en un año, ya está en 489 millones de audiencia en el mundo, gracias a su independencia y su calidad acrisolada en casi cien años. ¿Qué capacidad de influencia puede tener 500 millones de seguidores en el mundo globalizado? ¿No podría haber en español algo siquiera lejanamente parecido para 600 millones de hispanohablantes?
El periodista Jesús Ruiz Mantilla Acaba de publicar un libro titulado “Papel” sobre el largo adiós de los periódicos. No es una sentencia. La información en papel será cada día más cara, más escasa, un lujo sin duda. Pero si contiene información de alta calidad, bien segmentada…Que no toquen las campanas.