Ya han pasado meses desde la explosión del Covid-19, que ha dejado a media humanidad confinada en sus casas, ha mandado al paro a millones de personas y ha golpeado a la economía mundial con el mayor impacto de la historia en el menor tiempo. Los editores y los medios de comunicación ya saben a qué atenerse y es una ruina. La publicidad ha volado (cuenten las páginas de publicidad reales de los principales diarios españoles y eso sin saber a ciencia cierta que descuentos se han aplicado a las tarifas en vigor). Los ingresos económicos reales de los muros de pago son todavía ridículos en España y está claro que no van a salvar las destrozadas cuentas de resultados. La parte positiva es que las Tics y el teletrabajo están dando un salto colosal, abaratando sus costes enormemente. Los editores deberían lanzarse en tromba a ese caladero.
Un periodista residente en Miami me comentaba a través de Zoom muy recientemente cómo la hiperdinámica sociedad americana está reaccionando al apabullante desafío del hundimiento económico. Sofisticados diseños de software, con Inteligencia Artificial, se están haciendo disponibles con tarifas ridículas. El comercio electrónico internacional, incluso con sistemas híbridos online y físicos, están creando Hubs de los más diversos productos y servicios, con un alto grado de automatismo.
La Administración norteamericana, federal o local, se ha hecho en estos meses mucho más digital y extraordinariamente ágil. Cuando termine el confinamiento, vamos a asistir a una revolución muy interesante. España haría bien en pegarse a esta senda, en la medida de sus posibilidades. La ruina del coronavirus está servida, debemos centrarnos en el horizonte tras la pandemia, que pudiera ser una vigorosa reactivación para quien sepa aprovecharla.
Por ejemplo, los editores de medios de comunicación, en papel o digitales, deben diversificar mucho sus fuentes de ingresos, pues es muy posible que la era en la cual los medios se financiaban mayormente con la publicidad puede haber quedado en el pasado.
Tomemos nota, por ejemplo, de algunas iniciativas interesantes: Reuters Events. Al igual que han hecho otros medios, que tenían una potente unidad de eventos presenciales, se han hecho virtuales en un tiempo récord. La empresa propietaria, la poderosa Thomson Reuters, había comprado con mucha vista FC Business Intelligence, especialista en eventos de empres a empresa (B2B), con capacidad para operar a gran escala en eventos industriales. Reuters Events preparó en cuatro semanas el gran evento Eyeforpharma que se iba a celebrar en Barcelona y estaba en peligro, y lo pasó a un formato digital, logrando 15.000 registros de 90 países. Bingo! A los patrocinadores les encantó esta nueva forma de comunicación con posibles clientes, ahora de manera más masiva. Además, el evento queda registrado y se puede acceder bajo petición en cualquier momento posterior.
Pero, cuidado, no se debe replicar un evento físico miméticamente en digital sin más. Lo virtual y lo mixto tiene sus propias reglas. Por ejemplo, las ponencias deben ser más breves, todo debe ser más dinámico e interactivo. Si usted, editor, tiene o detecta una comunidad de intereses que agrupe a un considerable colectivo y acierta a servirle con iniciativas basadas en tecnología digital, tiene usted un tesoro. No llore por la publicidad perdida, reinventese. Será usted un actor de la era digital o estará muerto.