El pasado 12 de noviembre, Disney+ lanzó su oferta de TV por 6,99 dólares al mes: el catalogo de entretenimiento más valioso del mundo, con 500 películas y 7.500 programas de TV. Al final del primer día, 10 millones de personas se habían inscrito y su nuevo algoritmo comenzó al día siguiente a enviar millones de recomendaciones y sugerencias de visualización. Se une así a las ofertas de otras muchas teles en streaming como Netflix, HBO, Sky, Amazon, Hulu, Rakuten, Movistar+, etc. Y pronto Apple TV+ lanzará un paquete que incluirá Apple News, noticias con información de calidad. Estamos entrando en un horizonte inédito, la gran guerra mediática, en la que se invierten este año más de 100.000 millones de dólares en contenidos, más que toda la industria petrolera. ¿Qué significa esto para el transcendental sector de la información? Hay un principio bastante claro: cuando la información deriva hacia en entretenimiento, mala cosa.
Leer un diario de calidad, por poner un ejemplo, precisa de un esfuerzo de atención, un tiempo, una alta dosis de concentración. Si es verdad que estamos entrando en la "economía de la atención", como defienden varios expertos, la información de calidad puede estar en desventaja, ante la sobreabundancia de todo tipo de ofertas, muchas de ellas adictivas, casi hipnóticas. Que además, podemos llevar en nuestro bolsillo. ¿Quién serán los perdedores de esta gran guerra mediática, tras 20 años de "destrucción creativa" en los medios?
Haríamos bien en seguir muy de cerca este asunto y preguntarnos por quién doblan las campanas. Tal vez estén doblando por ti, como nos advertía John Donne.
La prestigiosa "The Economist" le dedica al tema su última portada (edición en papel del 16 de noviembre) con el título "¿Quién ganará las guerras mediáticas?". "Hasta ahora -dice su editorial- los gobiernos han tenido poco que ver con el auge de este fenómeno, pero cuando inevitablemente alcance su punto máximo, el Estado tendrá un papel que desempeñar, asegurando que el mercado se mantenga abierto y vibrante".
Es mucho lo que está en juego, entre otras cosas, el futuro de le televisión, que ha entrado en una mutación acelerada. Y con el paquete que planea Apple, que incluye News+, en el que se pueden encontrar docenas de revistas importantes, periódicos como "The Wall Street Journal" o "Los Angeles Times". También participa nada menos que Bloomberg Businessweek, etc. la información de calidad va en el paquete, una especia de "Netflix de Noticias". Información a precio de ganga y entretenimiento. Los editores, grandes y pequeños, entran en la ecuación. Y el periodismo. Y el periodismo no es entretenimiento. La información llamada del corazón no es periodismo. El buen periodismo es esencial para que la gente tome decisiones informadas, de todo tipo. ¿Dónde queda? ¿Cómo se financia?
El cóctel puede ser explosivo.