Cientos de bots manipularon las votaciones de la final de 'La Voz Kids' en Rusia para que ganase el concurso la nieta de un oligarca. El canal que emite el concurso ha anulado las votaciones.
Los bots (esta vez) se le han atragantado a Rusia. A finales de abril, el 'Canal 1' emitía la final del concurso 'La Voz Kids', en el que un grupo de talentosos niños compiten por lograr un puesto en el equipo de cada miembro del jurado, generalmente artistas consagrados, con la esperanza de construir una carrera musical. El concurso se caracteriza por desarrollar la primera prueba de fuego 'a ciegas': los concursantes cantan a un jurado que, de espaldas, debe decidir únicamente a través de la voz del incipiente artista si es válido para su equipo, que en una fase posterior del concurso se enfrentará al del resto de miembros del jurado en 'batallas' que eliminan a concursantes hasta que se obtienen finalistas y es el público quien tiene la última palabra. O los bots.
Durante la final rusa se detectaron más de 30.000 llamadas telefónicas y 8.000 mensajes SMS emitidos automáticamente para apoyar a Mikella Abramova, una niña de 10 años hija de la estrella de pop Alsou y a su vez nieta de un oligarca relacionado con el petróleo. Los votos fueron emitidos por bots, según una investigación externa llevada a cabo por el 'Canal 1', que ha anulado los resultados de la votación. Abramova ganó con el 56,5 % de los votos, pese a que aparentemente no era la favorita del público. Al escándalo contribuyó que el segundo más votado obtuviera el 27,9 % de los votos: 80.000 menos que Abramova.
Los bots obligan a anular la final de La Voz Kids... en Rusia
La noticia no tardó en saltar a los medios, que destacaron lo que había sucedido en el concurso. El revuelo llevó al 'Canal 1', de titularidad pública, a realizar un recuento, que fue sucedido por la contratación de una compañía de ciberseguridad para investigar lo que ya aparentaba ser un fraude. Que el concurso enfrentase a niños acrecentaba la necesidad de dilucidar el asunto, que la compañía de ciberseguridad (Group-IB) no tardó en aclarar mediante un informe que demostraba cómo el número de teléfono asociado a Mikella Abramova había recibido las llamadas y mensajes supuestamente emitidos por bots. El informe se entregó después a Talpa, la productora neerlandesa propietaria de los derechos del concurso, cuya final se repetirá el 24 de mayo.
El caso ha vuelto a poner de actualidad el
uso de bots para manipular realidades, sean de gran importancia como unas elecciones o banales como un concurso. Pero, en cualquier caso, es el reflejo del peligro que supone el uso malicioso de
herramientas de automatización y la nula preparación de casi todos los entornos de la sociedad para defenderse y mantener la integridad tanto de lo importante como de lo menos importante, que no por ello debe ser manipulado ni permitir que los tramposos se hagan con el poder.