El diario argentino parte en tres su redacción para que un grupo de periodistas se encargue del contenido de alto valor, otro de las audiencias masivas y un tercero de la edición impresa.
Cuando el periodismo llegó a Internet, y viceversa, los medios crearon una redacción paralela encargada de producir contenidos para la web, si bien la mayor parte de lo que allí podía (y puede) leerse era (y es) exactamente lo mismo que en la edición impresa. Tal vez este fenómeno fue lo que provocó las fusiones de las redacciones en casi todos los grandes periódicos. A fin de cuentas, lo único que cambiaba era el canal de distribución, no tanto el contenido.
Ahora, el diario 'Clarín' ha dado un paso adelante que bien podría entenderse como nadar a contracorriente: ha dividido su redacción en tres grupos. Uno se encargará de producir contenidos de alta calidad, otro apuntará a las audiencias masivas que proporciona Internet y un tercero se ocupará de la edición impresa. Se trata de "una manera diferente de pensar y de producir los contenidos" que busca "aumentar la calidad" y "llegar a una audiencia más amplia", según han asegurado Ricardo Kirschbaum y Ricardo Roa, editores generales del periódico argentino.
La reorganización de la redacción de Clarín
El proyecto de 'Clarín', sin embargo, va un poco más lejos y en realidad aglutina en cada uno de los grupos una serie de temáticas que cubre el diario. Así, la redacción encargada de 'contenido original' tendrá bajo su responsabilidad las secciones de Nacional, Internacional, Deportes, Cultura, Economía o Viajes, entre otras, mientras que la de 'noticias comunes' tratará las noticias de agencia, deportes de última hora y última hora, redes, virales, fotografía, corazón o aquellos contenidos enfocados a mejorar el posicionamiento en buscadores de los contenidos digitales del diario. Por último, la parte encargada de 'impreso' incluirá un hub para el papel que aglutinará contenidos de las otras dos ramas de la redacción elegidos para configurar el periódico, así como las secciones de diseño, cierre, archivo u opinión. Esta sección también se ocupará de las distintas revistas que edita 'Clarín'.
El diario también ha mejorado otras de sus estructuras para afrontar los retos que tienen por delante los periódicos en su transición del papel a Internet y del Internet gratuito al pago por contenidos. Así, contará con un Departamento de Gestión Digital dividido en cuatro áreas: Producto (encargado de innovar y optimizar herramientas), Paywall/Signwall (que en colaboración con el departamento editorial se encargará de mejorar la fidelidad de los usuarios para convertirlos en suscriptores de pago), Audiencias Masivas (enfocado a ganar usuarios mejorando el SEO de los contenidos del diario y especializado en rastrear tendencias para aumentar el engagement) y Data (que se encargará tanto de recopilar datos como de proporcionárselos a la redacción para que los utilicen a la hora de optimizar la producción de contenidos).
En busca de un modelo de suscripción en Clarín
De esta reorganización se desprende el interés de 'Clarín' por equilibrar las audiencias en abierto con los contenidos de pago, uno de los grandes dilemas de los medios en estos momentos. El diario argentino cuenta con 16 millones de usuarios únicos al mes, según datos de comScore. También tiene 1,7 millones de personas registradas, de las cuales 173.000 pagan una cuota. 'Clarín' ha apostado desde hace tiempo por promover el registro gratuito de sus usuarios como forma de fidelización con vistas a un futuro paso de gran parte de esos usuarios a modelos de suscripción de pago. Para lograrlo, "el crecimiento de esta audiencia masiva es igualmente clave", apunta el diario, por lo que su estrategia de no despreciar los contenidos susceptibles de generar grandes bolsas de usuarios tiene todo el sentido y se convierte en un ejemplo a seguir por otros medios de cara a sus propias estrategias de pago por contenidos.
El en trasfondo de esta transformación interna para encarar la transformación externa está el deseo de
preservar la calidad de los contenidos independientemente de la necesaria búsqueda de volumen, que en ocasiones provoca el efecto contrario. "Cuanta más calidad tenga el diario papel, más fácil será la transformación digital", piensan ambos
Ricardos.
"Tenemos que ofrecer un producto digital y un producto impreso del mismo valor", recuerdan a quienes hayan olvidado que un periódico no debe incurrir en la Red en comportamientos vergonzosos que emponzoñan la calidad de los medios a cambio de unos clics. "La buena noticia es que las marcas son las que avalan la credibilidad que en el caos de las redes se hace sospechosa", explican, destacando a su vez que "los medios nativos digitales que habían surgido como las grandes estrellas operan con grandes pérdidas" porque
"viven del tráfico masivo y para conseguirlo es clave su distribución en Google y Facebook, que a la vez los asfixian porque se llevan casi toda la recaudación publicitaria", en lo que supone un más que correcto diagnóstico de
los males de la prensa en la actualidad. De ahí que hacer un estrecho seguimiento a la estrategia multiplataforma de 'Clarín' sea una actividad que debamos apuntar en nuestra agenda a partir de ahora porque tiene mucho de enseñarnos.