Así puedes evitar las noticias falsas de cara a las elecciones del domingo

Las noticias falsas y la política han creado una peculiar simbiosis que en realidad viene de antiguo: los políticos llevan siglos mintiendo a la gente para ganarse su confianza. El fenómeno actual, sin embargo, va un poco más lejos: ya no es solo el político de turno el que miente para ganar un voto, sino que en este sucio juego ahora participan otros actores, muchas veces extranjeros. El objetivo es manipular a la opinión pública para que se decante mayoritariamente por una opción concreta que, a tenor de los ejemplos que hemos visto hasta ahora (desde Trump hasta el Brexit pasando por Salvini en Italia o los secesionistas en Cataluña), suele ser la más perjudicial para el conjunto de los ciudadanos, con repercusiones más allá de sus fronteras. Pero quienes están detrás de esta deliberada manipulación buscan precisamente el debilitamiento de las sociedades contra las que actúan con el beneplácito pasivo de los ciudadanos que se tragan sus mentiras. Aunque sepan en realidad lo que hay detrás.

Según una encuesta de S2 Grupo, el 69,5 % de los españoles cree que las noticias falsas pueden afectar a los resultados electorales. Llama la atención este grado de conocimiento sobre lo que pueden provocar y que, en paralelo, compartan de forma masiva contenidos que en la mayoría de las ocasiones desprenden tufo a mentira a distancia. Basta con echar un vistazo a algunas de las sorprendentes mentiras que plataformas como 'Maldita.es' desmontan cada semana. ¿De verdad alguien se puede llegar a creer eso?

En cualquier caso, los ciudadanos están cada vez más concienciados sobre los daños que pueden ocasionar las noticias falsas, pero aún queda mucho camino por recorrer hasta llegar a un punto en el que se destierren por sí mismas. Aunque puede que nunca lleguemos a tal momento si tenemos en cuenta que muchas personas comparten mentiras a sabiendas de que lo son simplemente porque refuerzan sus posiciones ideológicas o simplemente ensucian al que piensa diferente. Un absurdo comportamiento porque "en la medida en que compartamos esas noticias y las hagamos virales, podemos estar colaborando sin saberlo con un grupo de ciberdelincuencia", advierte José Rosell, socio director de S2 Grupo.

Para quienes quieran utilizar con algo más de cabeza su libertad, esta compañía de ciberseguridad ha proporcionado algunos consejos para evitar las noticias falsas.

1. Informarse a través de "medios legítimos"

Está muy bien que un blog publique 'lo que ningún medio te quiere contar', pero eso siempre es mentira: los medios de comunicación publicarán cuanto caiga en sus manos y haya sido verificado, y cuanto más llamativo sea, mejor. ¿De verdad alguien se piensa que un medio prefiere ocultar llamativas verdades? Si ningún medio lo ha publicado, seguramente será porque es mentira.

2. No creer en fuentes desconocidas

Internet ha alumbrado millares de medios digitales, lo cual no significa que todos tengan detrás un verdadero engranaje periodístico. Cuando nos llegue una noticia, debemos verificar la fuente de la que procede. Basta con buscar en la propia página del medio algo de información sobre quién está detrás, si tiene una oficina física, si es una empresa legalmente constituida, etc. Si faltan algunos de estos datos, es probable que no debamos fiarnos de sus publicaciones. En el mejor de los casos será un blog que publica las opiniones de sus creadores. En el peor, un falso medio de comunicación probablemente dedicado a intoxicar a sus incautos lectores. Es mejor seguir confiando en medios con marcas reconocidas. Si uno no te gusta, el parque es tan grande que seguramente te ofrecerá otro a la medida de tus necesidades.

3.Cuidado con las redes sociales

Al igual que debemos desconfiar de medios desconocidos, hay que poner en cuarentena lo que leamos en redes sociales. La facilidad para propagar bulos en estas plataformas roza el surrealismo, por lo que ante cualquier información llamativa que recibamos, lo mejor es hacer una pequeña investigación para comprobar con fuentes fiables, como medios de comunicación nacionales o internacionales de prestigio, si es real o no. Si nadie lo ha publicado, lo más probable es que se trate de una mentira. En este caso, es mejor no compartir ese contenido y, a poder ser, denunciarlo tanto a la propia plataforma como a proyectos como 'Maldita.es', que permiten verificar por ti informaciones de dudosa procedencia.

4.Responsabilidad

Independientemente de las investigaciones que hagamos, los usuarios tenemos una responsabilidad a la hora de navegar por Internet, leer y compartir noticias. Cada paso que damos en la Red forma parte de una cadena que impacta en la sociedad en su conjunto, aunque no lo creamos. De ahí que compartir mentiras a sabiendas solo nos esté perjudicando en última instancia a nosotros mismos, aunque en ese momento de calentón o euforia no lo sintamos así. Las consecuencias se notarán a largo plazo, pero terminarán notándose. Y aunque no llegue a afectarnos a nosotros, es posible que terceros se vean perjudicados por nuestro comportamiento. Lo mínimo que podemos hacer es utilizar la libertad de la que gozamos con responsabilidad y jugar limpio en todo momento. La verdad siempre termina saliendo a flote, afortunadamente gracias a medios de comunicación serios que dedican esfuerzo, tiempo, dinero y la propia libertad de sus periodistas a desentrañar la realidad para obtener la verdad y dejar la mentira donde corresponde: en el olvido más absoluto.

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