La compañía ve una clara oportunidad de negocio potenciando las compras en Instagram, por lo que planea crear su propia criptomoneda para gestionar las transacciones sin depender de terceros. Facebook también utilizaría esta criptodivisa para gestionar envíos de dinero a través de la propia red social y de WhatsApp, lugares donde también se puede comprar y vender, potencialmente (en Facebook ya se hace, de hecho). La criptomoneda de Facebook estaría respaldada por un fondo externo para evitar su volatilidad y que eventuales problemas económicos de la compañía pudieran perjudicarla. Por ello se trataría de una stablecoin, una criptodivisa vinculada a un fondo que en este caso podría alcanzar los 1.000 millones de dólares, algo que ya negocia la red social.
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