La transformación digital de los medios requiere técnicas y estrategias concretar para que culmine con éxito o, al menos, para que se desarrolle de forma adecuada. Estas 5 claves son imprescindibles, además de absolutamente lógicas.
La transformación digital es una quimera constantemente inacabada que persiguen todas las empresas con un mínimo de conciencia e interés sobre su propio futuro. Y si hay un sector al que importa o debería importarle de manera especial es al de los medios de comunicación, para quienes el mundo digital encierra tantos peligros como oportunidades.
Como transformar un medio de comunicación no es fácil, y la historia lo demuestra, Dietmar Schantin, fundador y CEO del Institute for Media Strategies, ha dado 5 claves para desarrollar con éxito la transformación digital. Nada está garantizado, pero quien se ocupe de estas normas (porque lo son, ahora lo veremos) estará, sin duda, más cerca de su objetivo.
1. Enfoque holístico
La transformación digital abruma, empezando por que implica 'transformar' un negocio que probablemente lleve años funcionado correctamente. Esto lleva a muchas empresas a realizar pequeñas transformaciones en áreas concretas, pero el enfoque individual solo llevará al fracaso: hay que "considerar el sistema como un todo", explica Schantin, porque "todo está conectado". "No se puede abordar la estrategia de contenido sin entender a la audiencia a la que se intenta llegar o sin determinar cómo utilizará sus plataformas. Y no se puede cambiar nada de eso sin abordar los flujos de trabajo. Si introduces nuevas prácticas, tu gente necesitará nuevas habilidades", añade. Así que sí, el cambio debe darse en todas y cada una de las áreas del medio, y al mismo tiempo.
2. Cooperación
Relacionado con el punto anterior, aunque ya hemos visto que en la transformación digital todo está relacionado con todo. El cambio solo será patente cuando todas las áreas del negocio estén cooperando entre sí, a pesar de centrarse en objetivos diferentes. "Esto no significa derribar el muro que separa lo editorial y la publicidad", puntualiza Schantin, pero deja claro que "si alguno de los departamentos está aislado, el proyecto tendrá menores posibilidades de éxito".
3. Las mejores personas
"Uno de los mayores obstáculos para cualquier proyecto de transformación -prosigue Schantin- es la falta de compromiso para dedicar a los mejores líderes al trabajo". El experto cuenta un vicio frecuente en los medios de comunicación: dedican a las labores de transformación digital a personas más o menos prescindibles en sus actuales puestos de trabajo para causar "la menor interrupción en las actividades diarias". Eso, cuando no se les pide que combinen su papel actual con el de transformadores del negocio. En ambos casos se está cometiendo un error: si se dedica a la transformación a quien pasa por allí en ese momento, probablemente no será el mejor preparado para ello; y si se pretende que lidie con su trabajo diario y con el añadido de diseñar el futuro del medio en ratos sueltos... es que no te lo estás tomando demasiado en serio.
El consejo que da Schantin es sencillo: hay que incluir a nuevas personas con nuevas habilidades. "Si asumes que vas a tener éxito con las mismas personas que simplemente hacen algo diferente, te estás preparando para la decepción", asegura. Pone un ejemplo muy frecuente en los medios: cuando el redactor de una sección se cansa o deja de funcionar, simplemente cambia de sección y comienza a escribir de otros temas. Se da por hecho que podrá aprender a desenvolverse en una nueva sección porque el trabajo es similar, a fin de cuentas. Pero los trabajos digitales exigen una especialización que no se aprende con tanta facilidad, y además está alejada de la base cultural y profesional de un editor o un redactor, en este caso. Aunque se puedan aprender habilidades como el Big Data o el Blockchain, si queremos una transformación digital de éxito será necesario recurrir a profesionales especializados en ello.
La mitad de las empresas no está preparada para la transformación digital
Según un estudio internacional que pone cifras concretas a un peligro que se cierne sobre las empresas de cara a su propio futuro.
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4. Compromiso de la cúpula
Si los trabajadores son importantes de cara a la transformación, el papel de los directivos es vital. Para empezar porque si un directivo no está comprometido con el cambio, nada cambiará en la empresa. La resistencia de la cúpula o de parte de ella abocará a un fracaso seguro. Pero tampoco llegará el éxito si entre los mandos intermedios no hay compromiso con el cambio. No pasa nada: quien no esté dispuesto a asumir que el futuro de los medios exige replantearlos por completo, puede y debe abandonar el barco cuanto antes. Da igual que en su momento fuera un valor imprescindible, seguramente el medio contará con profesionales mejor preparados mentalmente para asumir el cambio. Por ejemplo, en partes de la estructura en las que no se suele pensar a la hora de repartir responsabilidades: puede que ese becario que acaba de entrar tenga grandes ideas que aportar, pero nunca lo hará porque asume su papel desde que pone un pie en la empresa y da por hecho que su opinión no vale nada. El líder que sepa extraer el potencial de cada miembro del equipo, sea de la categoría profesional que sea, creará un ejército de gente preparada dispuesta a asumir y gestionar la transformación. Recuerda que la cooperación es imprescindible para una exitosa transformación.
5. Comunicación
"Incluso los mejores proyectos de cambio pueden fallar si no hay un mensaje claro sobre los objetivos y expectativas", explica Schantin. Una buena comunicación es básica para desarrollar con éxito un proyecto de transformación digital, principalmente porque el cambio genera resistencias derivadas del miedo de las personas a perder su trabajo o a verse relegados en la empresa. "Las personas tienden a captar solo lo que quieren escuchar, por lo que se debe repetir el mensaje una y otra vez", aconseja el experto. Pero estos mensajes no deben ser anodinos, con los tradicionales PowerPoint en aburridas reuniones repletas de términos complejos e inexplicables: la comunicación debe ser moderna, fluida y clara. Por ejemplo, con pequeños vídeos que expliquen qué se está haciendo y por qué, con reuniones breves y participativas, y con boletines informativos periódicos que den cuenta del proceso. La gente forma parte del proyecto aunque no esté directamente involucrada en él. Qué menos que mantenerlos informados de algo que en realidad les va a afectar a partir de ahora.
¿Y si la transformación digital de los medios fuera un enorme error?
¿Por qué hay que poner punto final al papel si sigue siendo útil? ¿Por qué despreciar el periodismo de siempre para perseguir novedades que no han demostrado utilidad?
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