En concreto, los niños de entre 5 y 15 años dedican cada día alrededor 2,11 horas a Internet, frente a las 1,52 horas de la televisión. YouTube es su plataforma predilecta, utilizada en algún momento por el 80 % de los encuestados. Los contenidos que consumen se basan en tutoriales sobre sus aficiones o pasiones, vídeos de youtubers y contenidos sensoriales (vídeos de personas haciendo cosas, abriendo paquetes o jugando). Los niños británicos también utilizan plataformas de streaming como Netflix, su segunda opción tras YouTube. En ambos casos, esgrimen la facilidad para acceder a contenidos de su interés cuando quieran como la principal razón de su preferencia, así como la posibilidad de recibir recomendaciones y notificaciones cuando se suben contenidos de su interés. La televisión lineal,
si bien es aceptada y utilizada por la mayoría, se reserva para momentos con la familia o mientras cenan, en parte porque los padres controlan la cantidad de horas que pueden utilizarla. El estudio no analiza si los padres imponen restricciones de uso similares a YouTube o Netflix, aunque el 71 % de los niños puede utilizar su móvil en la cama. Al 35 % de ellos les cuesta moderar el tiempo de uso de las pantallas, aunque otro 63 % asegura haber logrado el equilibrio entre el uso de pantallas y otras actividades.