Quedará como ejemplo de lo que no hay que hacer en las escuelas de negocio: compro por 580 millones de dólares y vendo por 35 millones, después de dejarme en el camino un montón de dinero adicional y recursos gerenciales, amén del prestigio. Rupert Murdoch, el mayor magnate global de medios de comunicación, se ha dado otro batacazo en Internet con MySpace.
Hace bastantes años que el australiano viene predicando y advirtiendo sobre el advenimiento de la era digital y la urgente necesidad de que los medios se reinventen para el nuevo paradigma. Como es el número uno, todos lo miran cual oráculo. Capitanea ahora la tendencia global hacia el cobro de contenidos por parte de los maltrechos diarios de papel. Lo malo es que el octogenario magnate, que da trabajo a nuestro expresidente Aznar, no hace más que patinar.
Recordemos, por ejemplo, el fracaso de Murdoch para intentar unir a los editores de prensa en su proyecto Alesia. Su ruidoso lanzamiento en febrero de “The Daily”, un diario digital creado para el iPad, con un coste de 99 centavos de dólar a la semana, está a años luz de la rentabilidad, ya que sus costes de producción son elevados. Es como si la música que sintoniza el australiano sonase bien a todos, pero la letra… Tal vez debería dejar la estrategia digital de News Corp. en manos de alguno de sus nietos.
El caso de MySpace es luminoso. Se creó en 2003 por dos chavales, copiando, con mejoras, la idea de una red social que había puesto en marcha un portal pionero. Dos años más tarde, MySpace tenía 20 millones de visitantes únicos al mes en EE UU. En ese momento, los chicos cogen los 580 millones y corren. El modelo de negocio, basado en la publicidad, funcionaba. Llegó a facturar 605 millones de dólares, con 70 millones de visitantes únicos. Este año facturará todavía 183 millones y ahora tiene 35 millones de visitantes en EE UU, según ComScore. No es ninguna cagada de mosca. Los compradores, la agencia de publicidad americana Specific Media, aliada con el cantante y actor Justin Timberlake, que podría llevar la estrategia de negocio del portal, tal vez hagan el negocio de su vida.
Acaso el asunto no radique tanto en la falta de visión de Murdoch como en el persistente desenfoque de los ejecutivos puestos al mando del barco. Es notable constatar que la división de News Corp. que gestionaba MySpace y otros medios digitales del grupo sólo ha logrado beneficios una vez en los últimos seis años. Los diferentes ejecutivos al frente, han dicho que MySpace ha sido “un quebradero de cabeza”. Tal vez Murdoch ha sido víctima del “Trato Infernal” que él mismo ha propiciado, poniendo al frente de la gerencia de medios periodísticos a ejecutivos de perfil financiero y “recortacabezas”. ¿Les suena?
El libro se titula “The Deal From Hell: haw moguls and Wall Street plundered great American newspapers”. Su autor es el periodista norteamericano de investigación James O’Shea. Su tesis es que los periódicos están siendo arrasados no por la Red y sus derivadas, sino por ejecutivos del credo financiero, obsesionados por la cuenta de resultados a corto plazo, que usan la podadora de talento periodístico, que no invierten en los elementos que pueden configurar el futuro, preocupados en estandarizar la información con costes reducidos, arrogantes e incompetentes para explorar los nuevos territorios, sin ninguna vocación para servir verdaderamente los intereses del público. Ése fue el trato maldito entre los magnates de los medios y Wall Street.
Aquí, en España, también sabemos un poco de ese “Trato Infernal”. Habría que preguntarle a Pedro. J. Ramírez, por ejemplo, que es ante todo periodista, cómo respiran los italianos. Vocento era un grupo de medios muy bueno, pero no parece que los últimos gestores hayan estado muy brillantes que digamos. Ahora el consejero delegado Vargas cede el testigo a Arechabaleta…¿Qué va a pasar en el primer grupo en castellano, Prisa, cuando los que mandan son de Wall Street? No se pierdan los próximos capítulos del serial “Trato Infernal”.