Bob Sauerberg, CEO de Condé Nast, ha basado la decisión en la estrategia de pago por contenidos que comenzó en 2014 con 'The New Yorker' y siguió después con 'Wired' y 'Vanity Fair', y cuyas audiencias "han demostrado que están dispuestas a pagar por el contenido de calidad que creamos". Entre las cabeceras que pasarán a tener muro de pago destacan 'Vogue' y 'GQ'. Condé Nast
baraja "un modelo único para todos" del que no ha dado más detalles (por ejemplo, si se tratará de una suscripción única para acceder a todas las cabeceras o si será necesario suscribirse de manera independiente a cada una de ellas), aunque ha especificado que 'Bon Appétit' y 'Architectural Digest' tendrán un modelo personalizado.