El 62% de los internautas ya paga por ver televisión, cuyo consumo es cada vez más individualizado, multiplataforma y ubicuo: la tele abandona el hogar, pero no necesariamente a los canales lineales. La convivencia entre distintas opciones es la clave del modelo actual.
Cada vez está más clara la diferencia entre la televisión y el televisor: lo primero es un concepto que engloba a los contenidos audiovisuales pensados para lo segundo, que ha quedado como un dispositivo, antaño rey del salón, que ahora compite en tiempo de uso con móviles, tablets o videoconsolas. Pero en este juego televisivo nada es lo que parece y nadie es quien dice ser.
Puede que estemos ante la mejor época de la Historia para la televisión, tanto para hacerla como para consumirla. La multiplicación de la oferta y las nuevas opciones de consumo ofrecen un paraíso audiovisual en plena efervescencia, como ha demostrado el Informe Anual Televidente Now! 2018, elaborado por The Cocktail Analysis y patrocinado por Movistar+ y la agencia ymedia, y a cuya presentación ha sido invitada media-tics.com. Hay múltiples lecturas para sus conclusiones.
Una de las más interesantes tiene que ver con el consumo: cada vez está más individualizado, hasta el punto de que muchas familias se reúnen en el salón para ver la tele... pero cada miembro ve sus propios contenidos en su propio dispositivo. El 82 % de quienes poseen un smartphone ve la televisión más de 4 horas a la semana a través de este dispositivo. Un 37 % cree que lo utilizaría aún más si tuviera datos ilimitados, lo que encaja con la movilidad de los usuarios: el 51 % ve la tele en el móvil cuando está fuera de casa.
La individualización está relacionada con los contenidos: el 49 % de los usuarios que ve la tele en el móvil en realidad consume vídeos de unos 10 minutos de duración, generalmente vídeos musicales, tutoriales, noticias o contenidos de youtubers. Porque aquí quien reina es YouTube, aunque progresivamente se abren hueco en los móviles Netflix (ya está presente en el 23 %), Atresplayer (14 %) o Amazon Prime Video (11 %).
A pesar de ello, la imagen de la familia reunida en torno al televisor no ha quedado pulverizada: el 73 % de las familias ven películas juntos, el 66 % ven series y el 49 % ve noticias. Y lo hacen en un televisor, aunque ahora sea inteligente: la penetración de las smart tv alcanza al 57 % de los internautas, frente al 49 % de 2017. El tamaño medio son 39 pulgadas, cuatro más que hace un lustro. Uno de cada tres hogares tiene un televisor de 40 o 42 pulgadas.
La televisión de pago no deja de crecer
El hecho de que el televisor cuente con Internet incide en las marcas que controlan sus contenidos. Cada vez más gente paga por ver la televisión: el 62 % de los internautas lo hace, de los cuales un 43 % tiene contratada alguna plataforma de IPTV (como Movistar+, Vodafone Televisión u Orange TV) y un 36 % alguna OTT (Over The Top, como Netflix, HBO o Amazon Prime Video). El porcentaje de usuarios de OTT asciende al 45 % de los encuestados... si se contabiliza a quienes comparten cuenta con otros usuarios, una práctica reconocida por el 11 %.
La televisión de pago crece de forma imparable: si hace cuatro años solo 4 millones de hogares contaban con una de estas plataformas, hoy son 6,7 millones. La gran mayoría, hasta cuatro millones de hogares y 12 millones de personas, tienen Movistar+, la monarca absoluta del sector: se lleva el 20 % de la audiencia en Prime Time, donde todavía tienen mucho que decir los canales lineales, que progresivamente quedan eclipsados por las plataformas digitales y la combinación de contenidos exclusivos, opciones basadas en tecnología (como grabación o pausa de contenidos en directo) y el comportamiento multiplataforma. De hecho, el 40 % de los contenidos que se ven en Movistar+, si se exceptúa el deporte, son bajo demanda. En el caso de las películas y series, el porcentaje asciende al 80 %. El 33 % de sus clientes utilizan otros dispositivos, al margen del descodificador, para acceder a los contenidos.
El éxito de la televisión de pago no ha arrinconado ni a la TDT ni a la piratería. El 87 % de los espectadores sigue viendo los canales tradicionales, especialmente en Prime Time, como decíamos, o como forma de relajación y acompañamiento mientras realizan otras tareas. Un 32 % ve estos canales a través del descodificador de sus plataformas de pago. Por otro lado,
el 27 % de los usuarios reconoce hacer menos descargas desde que tiene contratadas plataformas de televisión de pago. Otro 64 % las sigue realizando, pero como 'plan b' si no encuentra el contenido deseado en las que tiene contratadas. Lo dicho: larga vida a la tele.