Toman el relevo de los medios de comunicación, sumidos en una eterna crisis económica que impide financiar costosas investigaciones. Las universidades no tienen mucho dinero, pero tiran de conocimiento y de una tradición investigadora que aplican a una profesión necesitada de rigor.
La investigación y el periodismo son las dos caras de la misma moneda, aunque la falta de estas haya oscurecido tan íntima unión durante los últimos años. No le ha ido mejor a la Universidad, al menos en Europa: la caída de la financiación pública a causa de los recortes derivados de la crisis ha perjudicado a estas máquinas de generar conocimiento, mermando una capacidad implícita a unos organismos que viven por y para ello.
Como en Estados Unidos todo es diferente, sus medios han seguido haciendo potentes investigaciones a pesar de la crisis (que también han sufrido), lo cual no ha evitado que las universidades hayan entrado de lleno en el periodismo de investigación, y no con ánimos puramente académicos. Consideran que la sociedad necesita investigaciones profundas que requieren "un uso intensivo de recursos", una necesidad que "llega en un momento de gran tensión financiera para una industria de las noticias masivamente alterada por las nuevas tecnologías y el cambio económico", como explican Christopher Callahan, de la Universidad Estatal de Arizona, y Leonard Downie Jr., profesor de periodismo y antiguo editor ejecutivo de 'The Washington Post'.
Periodismo de investigación en universidades
En estos movimientos tienen mucho protagonismo filántropos y fundaciones, que en Estados Unidos donan con generosidad dinero y medios a las universidades. Un ejemplo de estas colaboraciones es el Knight Center, adscrito a la Universidad de Texas. Se centra en la formación de periodistas, principalmente, en ocasiones mediante cursos gratuitos disponibles online para todo el mundo. Pero el caso de la Fundación Scripps Howard deja a un lado la formación y entra de lleno en la práctica: ha entregado tres millones de dólares a la Escuela de Periodismo y Comunicación Walter Cronkite, de la Universidad Estatal de Arizona, y otros tres millones a la Facultad de Periodismo Philip Merril, de la Universidad de Maryland, para que funden los Centros Howard para Periodismo de Investigación. Su objetivo es crear grandes periodistas de investigación, pero también producir sus propios reportajes. Entre los profesores ya hay varios premios Pulitzer.
El programa no es del todo nuevo, al menos para Cronkite: dispone de una plataforma, a modo de medio de comunicación, que publica información e investigación sobre temas de interés público que afectan al suroeste de los Estados Unidos. Cuenta con oficinas en Phoenix (Arizona), Washington y Los Ángeles. Más que algunos medios generalistas. Y aprovecha que sus objetivos no son económicos para servir de contrapeso a los medios comerciales, por lo que informa sobre minorías poco representadas en la prensa de masas. Sus trabajos también se difunden en la PBS, la televisión pública estadounidense, cuyo funcionamiento permite que fundaciones, universidades y organismos sin ánimo de lucre dispongan de espacios para insertar sus contenidos.
Este
centro de periodismo de investigación utilizará las
técnicas y herramientas para periodistas que ya están en el mercado, algo que fusionará con la capacidad investigadora de la Universidad para "contar historias poderosas y participar de manera más significativa con nuevas audiencias",
explican ambos expertos. Además, creará un
enfoque multidisciplinar para atraer a profesionales de áreas como la contabilidad, antropología, historia, derecho o medicina, con el objetivo de "producir historias más profundas, perspicaces e impactantes para
servir mejor a los lectores, a los espectadores y al país".