¿Qué le parece el anuncio de Cospedal sobre la privatización de la televisión de Castilla La Mancha?
Las elecciones se hacen para que quien las gana aplique sus políticas, y lo hacen con legitimad. Habrá que ver si lo dicho coincide con la legislación, y que quiere decir al hablar de privatización. No es lo mismo una privatización que un modelo absoluto de externalización, en el que la titularidad seguiría siendo pública. Para privatizar hay que cambiar la legislación.
¿Tanto pierde la televisión de Castilla La Mancha como para que sea la primera medida anunciada por Cospedal?
No tengo las cifras exactas, pero si tiene déficit, es marginal. Hoy, las administraciones públicas tienen menos dinero, y es un problema de sosteniblidad económica de la administración, en general, y no de las televisiones. El problema de la televisión de Castilla La Mancha y de todas las autonómicas, en general, es el volumen de aportación pública que se da a estas televisiones en un tiempo de crisis. Todo el sector público tiene un problema de financiación, y esto exige una revisión de los presupuestos de forma profundísima. Puede haber otros modelos de gestión, cada uno tiene sus ventajas y sus inconvenientes.
¿Cuál es la financiación pública que recibe cada televisión autonómica?
De 50 a unos 350 millones de euros al año. El problema es que realizar una cadena generalista con programas de servicio público para dos millones de habitantes cuesta casi lo mismo que hacerlo para 40 millones de habitantes. Esa es su dificultad en la gestión, hacen una televisión de proximidad para un público reducido y con retornos menores.
¿Qué opina sobre la posibilidad de quitar la publicidad a las cadenas autonómicas?
No estoy de acuerdo en hacer semejante cosa si queremos que sean económicamente sostenibles. Por otro lado, la publicidad de las autonómicas realiza una contribución enorme a la promoción de las marcas y los productos del entorno próximo. Hay que realizar un plan de ajuste, y nos debemos adaptar a esta realidad económica. Con el mismo dinero, o con menos, hacer más, y buscar alianzas entre las propias cadenas o fuera a ellas. Las autonómicas tienen acuerdos para realizar compras de derechos de películas o imágenes de informativos, entre otras cosas, de forma conjunta. También podrían producir programas de forma conjunta. Debemos reflexionar sobre la realidad de la televisión pública autonómica, buscar alianzas o nuevos modelos de gestión porque en un escenario de crisis y de reducciones presupuestarias, cada vez es más difícil ofrecer una televisión de calidad a públicos que no alcanzan una masa crítica.
¿Qué se ganaría con la externalización?
Se puede externalizar toda la producción, buscando un modelo de financiación sostenible. Eso puede generar ahorros muy significativos. La externalización abarata porque la gestión es más eficiente. En las cadenas hay unas plantillas, en algunos casos, sobredimensionadas.
Por encima de todo, se debe mantener una programación de calidad que sirva al interés general, y no solo a unos target que sean interesantes desde el punto de vista comercial. Las televisiones autonómicas tenemos obligaciones muy concretas, y una es contribuir a la industria cultural que nos rodea.