Ha comprado un paquete de 20 partidos que emitirá en exclusiva en Prime Video.
Llevamos meses aventurando que algún día los gigantes tecnológicos se harían con el deporte... y parece que ese momento ha llegado. La primera en mover ficha ha sido Amazon, que ha comprado 20 partidos de la Premier League británica para emitirlos en exclusiva durante los tres próximos años, a comenzar en 2019. Aunque no se sabe cuánto ha pagado por ellos, paquetes similares han sido vendidos por unos 120 millones de euros a otros operadores. Calderilla para el imperio de Jeff Bezos.
El acuerdo se centra en 20 encuentros a emitir en diciembre a sus abonados en Reino Unido. Solo suponen el 10% de la competición, ya que el resto estará en manos de Sky y BT, pero la compra tiene demasiado significado: Amazon no está dispuesta a dejar ningún producto de lado para continuar con su exitosa conquista del mundo. Y esta pequeña compra es un toque de atención a los operadores tradicionales, también porque los clientes Prime no tendrán que pagar ninguna cantidad adicional por acceder a los partidos: bastará con las 79 libras anuales que pagan ahora o las 7,99 mensuales (alrededor de 89 euros anuales o 9 mensuales).
Aunque es cierto que se trata de una pequeña cantidad de partidos (la Premier emite unos 200 por temporada), este acuerdo rompe una dinámica que ha seguido Amazon en países como Estados Unidos, donde emite encuentros deportivos (tenis o NFL) pero no en exclusiva. Esto cambia el modelo televisivo que hemos visto en Europa en los últimos años, que ha logrado crear un paquete que totaliza las emisiones del fútbol y permite a los abonados disfrutar de toda la competición en un mismo operador o plataforma. Ahora se vuelve a fragmentar, obligando a tener en cuenta una nueva suscripción. Aunque el deseo de Jeff Bezos es, precisamente, que Prime sea un gasto fijo generalizado entre la población, y para ello está recurriendo a este tipo de estrategias que convierten su otrora tarifa plana de envíos en un hub de servicios digitales difícil de obviar, principalmente porque está arrasando con la competencia ofreciendo sus mismos servicios en una suscripción anual que incluye todo, desde música hasta libros, almacenamiento en la nube, películas y series o videojuegos, que está por llegar.
Deportes en directo en Amazon
Al margen de lo que supone para Amazon esta operación, en realidad es un paso más hacia un fenómeno que también han explorado Facebook, que compró partidos de críquet en India, o Twitter, que ha emitido partidos de tenis. La única que hasta ahora no ha mostrado interés en competiciones deportivas es Netflix, pero sus recientes incursiones en información bien podrían advertir un futuro cambio de planes.
En cualquier caso,
quienes mayor preocupación deberían tener al respecto son los operadores tradicionales, especialmente aquellos cuyo core es la televisión: el empuje de telecos y plataformas digitales por conquistar a los clientes de sus productos a través de servicios de televisión supone un riesgo para sus negocios, ya que los derechos de este tipo de contenidos son caros y requieren un esfuerzo económico importante y una forma de rentabilizarlos que no siempre arroja rentabilidad. Pero para
compañías digitales capaces de quemar centenares de millones sin inmutarse y aun así seguir ganando dinero por otras vías, supone un pastel demasiado apetitoso y asequible como para dejarlo escapar: no tienen nada que perder y mucho que ganar.