Estamos a punto de pasar de un modelo basado en la lectura o recepción pasiva de las noticias a uno en el que podremos interactuar con los contenidos gracias a la voz.
Quién le iba a decir a los periódicos que la voz y el audio se convertirían en posibles tablas de salvación para sus negocios. Como la realidad a veces supera a la ficción, parece que será precisamente así: la llegada de los asistentes virtuales y el auge del podcast volverán a alterar el ecosistema de los medios tradicionales, sobre todo los impresos, para seguir ahondando en su digitalización, donde el vídeo ya es un elemento imprescindible. Durante los próximos años veremos cada vez más iniciativas basadas en la voz. Pero ya están aquí.
Google, Apple y Amazon (y principalmente Amazon) se han esforzado por crear un mundo en el que interactuemos con las máquinas a través de la voz. No es más que el primer paso para hacerlo con robots, algo que llegará dentro de unos años. La forma de madurar esa realidad futura son los asistentes virtuales. Todos nuestros móviles ya llevan integradas estas plataformas, a medio camino entre la aplicación y el sistema operativo: no es más que código informático capaz de comprender una orden para actuar en consecuencia, ya sea hablando o mostrando en pantalla lo solicitado. El siguiente paso ha sido permitir que realicen directamente acciones, de momento tan aparentemente banales como activar una alarma, añadir un evento al calendario o realizar una búsqueda en la Red. El futuro es que puedan hacer casi cualquier cosa que imaginemos y podamos programar, algo en lo que Amazon con 'Alexa' lleva la delantera: sus posibilidades se cuentan por centenares gracias a que su plataforma está abierta a desarrolladores, que pueden crear nuevas 'recetas', como se llama en el argot a estos programas aparentemente básicos ('si X, entonces Y'), pero que esconden una enorme complejidad. Porque son mucho más que simples programas: son cerebros digitales, aunque estén en pleno desarrollo hacia su conversión en tales entes. Por delante solo hay un límite: la Singularidad. Que no es poco.
Del chatbot al asistente virtual
Hace tiempo que Facebook integró en Messenger la posibilidad de pedir noticias por escrito para recibirlas de igual modo. Algunos medios comenzaron a utilizar este sistema, aunque fuera por probar. Pero el siguiente paso ha sido permitir que estos contenidos sean escuchados. Recientemente hemos visto cómo Google ha abierto su Assistant a los medios españoles. 'El País' y 'El Mundo' ya permiten escuchar sus noticias con solo pedírselo al asistente, como te contamos en su día en media-tics. Si bien todavía aparenta estar más o menos en pañales, este presente muestra la evidencia de que el futuro estará diseñado para la voz. De ahí que incluso se estén diseñando móviles sin pantalla: podría no volver a ser necesaria (aunque creo que los fans de los videojuegos no estarán del todo de acuerdo).
Por lo que respecta a las noticias, la escucha de contenidos se convertirá en una pieza clave del complejo y variado sistema de distribución de los medios. El hecho de poder escuchar 'El País' mientras se conduce hacia el trabajo seguramente no gustará a su hermana, la SER, pero supondrá para los diarios la posibilidad de competir también con la radio, profundizando su papel como empresas distribuidoras de noticias en cualesquiera soportes disponibles, y no como simples periódicos condenados a la extinción por la muerte del papel. Y es que la tecnología permite una lucha de todos contra todos, como demuestra el hecho de que las telcos también crean y producen contenidos, que Google despliega sus propias redes de fibra o que Apple se plantea producir películas, todo ello mientras Netflix baraja comprar salas de cine o Amazon retransmite videojuegos por Internet.
La oportunidad que tienen ante sí los medios con el esperado auge de los
chatbots y los asistentes virtuales en realidad todavía está por ver, aunque sería suicida al menos no intentarlo. Mientras, lo que sí tienen seguro es la
progresiva penetración y aceptación del podcast, una herramienta que
muchos medios ya están explorando (obviamente, principalmente las radios), y que podría servir para ir abriendo mercado ante unos usuarios que de repente pasarán de estar horas
leyendo una pantalla a pasar la mayor parte de su tiempo parapetados tras unos auriculares
escuchando el mundo real que subyace a los audios de los medios. Que tiemble Spotify, sí, pero que los medios estén despiertos porque lo que llega se hará oír, aunque de momento esté diciendo poco.