Cuando Jeff Bezos adquirió ‘The Washington Post’ en 2013, muchos analistas se llevaron las manos a la cabeza. Entre los multimillonarios se puso de moda reflotar negocios en clara decadencia. Sin embargo, Bezos ya vaticinaba por entonces que los periódicos impresos desaparecerían en dos décadas o se convertirían en un “artículo de lujo”. Desde entonces, su mayor obsesión ha sido convertir al ‘Post’ en una empresa tecnológica centrada en sus productos digitales.
El caso de Warren Buffett es diferente. El magnate es un auténtico apasionado del periódico en papel y así lo ha defendido en numerosas ocasiones. No en vano, en sus inicios repartía periódicos locales en su Omaha natal. Sus fuertes inversiones en prensa local confirmaron su fe ciega en que esta industria nuevamente iba a arrojar beneficios y atraer a un buen número de lectores. Incluso cuando hace un par de años tuvo que dar explicaciones por la caída de la circulación de sus periódicos, el magnate se escudó en que ya había previsto esta circunstancia cuando realizó la inversión.
La situación ha empeorado en los últimos meses, hasta el punto de que el pasado febrero Berkshire Hathaway, grupo del que Buffett es presidente y director ejecutivo, decidió eliminar 148 empleos y no ocupar 101 puestos vacantes. BH Media Group, subsidiaria del grupo, se vio obligada a recortar gastos debido a la disminución de los ingresos por publicidad y a que el crecimiento digital no podía compensar las pérdidas de la impresión. Buffett reconoció poco después en una entrevista a la CNBC que solo dos periódicos, ‘The New York Times’ y ‘The Wall Street Journal’, tienen el “futuro asegurado”, en parte por haber sido capaces de desarrollar “una presencia digital por la que la gente pagará”. También reconocía que ‘The Washington Post’ podría tener la oportunidad de sobrevivir. Por el contrario, consideraba que el resto de medios aún no ha encontrado “la manera de que el modelo digital complete al modelo impreso”.
En su última comparecencia pública junto a Charlie Munger, vicepresidente de Berkshire Hathaway, ambos aseguraron que no fueron capaces de anticipar lo rápido que disminuiría la circulación de periódicos impresos cuando realizaron importantes inversiones en esta industria varios años atrás. En un alarde de sinceridad, Buffett reconoció que “me ha sorprendido que la tasa de disminución no se haya moderado”. Aunque califica de “casi insignificantes” las pérdidas sufridas por los periódicos de cara a los intereses de sus accionistas, comprende que “la importancia para la sociedad es enorme”.