Apenas es conocido y no tiene un gran canal de noticias por cable, pero influye desde un lugar mucho más poderoso: la televisión local. Aglutina 173 cadenas de costa a costa y está a punto de sumar otras 42. Ahora, un vídeo que muestra a periodistas del Grupo leyendo un comunicado ha desatado el escándalo en Estados Unidos. Te contamos por qué.
Si te pregunto por Fox News o la CNN, evidentemente me sabes responder. Si lo hago por Sinclair Media Group, probablemente no. No te agobies, hasta que llegó Donald Trump a la Casa Blanca nadie había reparado en esta compañía, propietaria de 173 estaciones de televisión local en Estados Unidos. Sinclair es el Grupo mediático de moda en el país, pero probablemente para mal. A las voces que desde hace tiempo lo consideran "probablemente la empresa más peligrosa de la que la mayoría de la gente jamás ha oído hablar", como dijo Michael Copps, exdirector de la Comisión Federal de Comunicaciones (FCC) -nombrado por George W. Bush-, se unen ahora observadores que empiezan a mirar con lupa a una compañía que ahora busca ampliar su imperio. Uno que está sustentado sobre canales locales, aparentemente poco relevantes para influir pero que, en realidad, son la excusa perfecta para hacerlo.
Según el Pew Research Center, el 85% de los estadounidenses confían en los medios locales, frente al 77% que confía en sus amigos y familiares. Si vemos estos datos a la luz del poder que hemos otorgado a las fake news, que consiguieron calar en algunas personas precisamente porque las compartían sus contactos ¿qué no podrá hacer un medio local?
Si bien influir en el público no necesariamente tiene por qué ser malo, a Sinclair se le imputa hacerlo a favor del conservadurismo, o más bien... de Trump. El Presidente no ha ocultado su visión favorable al Grupo, que curiosamente no tiene emisoras en Nueva York, Chicago o el área de San Francisco, tradicionales bastiones demócratas. Donde sí las tiene, en ocasiones es bajo asociación con FOX, ABC, CBS y NBC: con todas las grandes cadenas del país. Incluso las tiene junto a Univisión, canal enfocado al mismo público latino al que desprecia Trump. Porque business is business, a fin de cuentas.
Dos modelos
El caso es que Sinclair, en tanto cadena local, emite noticias locales. Hasta ahí todo correcto, ya que en Estados Unidos está bastante diferenciada la información local de la nacional. Y esto es algo que empezó a hacer sonar las alarmas: las cadenas de Sinclair empezaban a hablar de política nacional, y generalmente con cierta simpatía por Donald Trump. De ahí viene la consideración de "peligro" hacia este Grupo, ya que la población considera que las cadenas locales informan de noticias locales en las que la ideología apenas tiene cabida. Por eso el porcentaje que arroja el Pew Research Center sobre confianza en estos medios.
Durante la convulsa campaña electoral de la que todo el mundo habla, los medios de Sinclair hablaron de forma "neutral o favorable" de Donald Trump. No así de Hillary Clinton, de quien destacaban sus supuestos problemas de salud y el escándalo de los correos electrónicos. Precisamente, algunos de los contenidos que más juego dieron a la mentira digital. Además, emitieron varias entrevistas con el entonces candidato Trump sin editar y sin comentarios, algo de lo que Jared Kushner, yerno y asesor del ahora Presidente, alardeó como responsable ante un grupo de ejecutivos, según publicó 'Politico' en su momento.
El vídeo de la discordia
Sin embargo, lo que ha puesto en el mapa a Sinclair no son estas anécdotas (a las que podríamos sumar que emitieran un anuncio de un Comité de Acción Política (PAC) republicano, antes de las elecciones de 2012, en el que decían que Obama había financiado parte de su campaña con dinero de Hamás), lo es un vídeo recientemente filtrado que muestra a varios periodistas de distintas cadenas del Grupo leyendo el mismo comunicado... contra las noticias falsas. Las consideraron "irresponsables y unilaterales" porque "afectan a nuestro país". Algo "extremadamente peligroso para una democracia", sobre todo porque son noticias que "simplemente no son ciertas" y que se distribuyen en "plataformas para impulsar su propia parcialidad personal" con el objetivo de "controlar lo que la gente piensa". El comunicado fue aplaudido por el mismísimo Trump en Twitter, donde aprovechó para cargar contra la "Fake News Network", como llama él a la CNN. "Es muy divertido ver a Fake News Network, uno de los grupos de personas más deshonestos con los que he tratado, criticar a Sinclair Broadcasting por su parcialidad. Sinclair es muy superior a CNN e incluso más que Fake NBC, que es una broma total", publicó el pasado 2 de abril. Los periodistas de la WMSN/FOX47, de Madison, se negaron a participar en la lectura del comunicado alegando la necesidad de mantenerse "fieles a nuestro compromiso de brindar a los televidentes noticias locales, clima y deportes de interés para ellos".
Sinclair, valorada en unos 1.000 millones de dólares, es propiedad de la familia de Julian Sinclair Smith. El presidente actual de la compañía es el hijo del fundador, David Smith, quien, junto a sus hermanos, es un conocido donante a causas republicanas. En 2015 compraron Circa, una app de noticias que supone el primer medio de alcance nacional para el Grupo, que ahora anda detrás de las emisoras locales (unas 42) del Tribune Media Co., valoradas en 3.900 millones de dólares. El problema es que la FCC tendrá que aprobar la operación, dado que sobrepasaría los límites de audiencia máximos que marca la ley. Pero para eso se reunió en su día David Smith con Ajit Pai, el hombre a quien Trump puso al frente de este Organismo que el año pasado asestó un brutal golpe a la Neutralidad de la Red, pero que está más que dispuesto a eliminar ciertas restricciones en el mercado audiovisual estadounidense... que Sinclair, sin duda, sabrá aprovechar.