Las cosas se están poniendo serias. Unilever, de las compañías mundiales que más dinero gasta en publicidad, ha dado un aldabonazo al anunciar que está considerando dejar de utilizar las plataformas de los gigantes de la tecnología. Según Unilever, Facebook y Google facilitan el esparcimiento de las noticias falsas, el sexismo, racismo y extremismos diversos. Facebook y Google son actualmente dos apisonadoras que están dejando sin espacio a los editores. Facebook aumentó el año pasado un 48% su facturación publicitaria y Google el 22%. Hay analistas que empiezan a opinar que estos dos gigantes van a entrar en una etapa de decadencia. Amazon, por ejemplo, está creciendo muy fuertemente con su propio sistema de promociones. Los editores europeos también acaban de declarar su propia batalla a los dos gigantes. Las cosas están empezando a cambiar.
¿Para cuándo tendremos un Netflix de las noticias, que ofrezca por un módico precio mensual la mejor información disponible en el mundo adaptada y personalizada a la medida de cada receptor? Para desarrollar esto, se precisa de un uso decidido de la mejor Inteligencia Artificial disponible.
La tecnología de bloques es otra promesa que aún está en sus albores, pero que puede cambiar y dar paso a una economía verdaderamente colaborativa, como dice Nicolas Berggruen, presidente del Berggruen Institute. Este es un campo que hay que explorar a fondo, porque tiene el potencial de cambiar radicalmente el panorama actual de las desigualdades y hacer frente a los peligros inherentes a la robotización, que solo en Europa puede destruir cinco millones de puestos de trabajo hacia el 2020.
La Información Inteligente necesita previamente de una política inteligente. Para avanzar en estos campos, el liderazgo público puede resultar imprescindible. Europa tendrá que escoger entre el modelo de Silicon Valley de alto riesgo y el modelo de China, que se encamina peligrosamente a un totalitarismo tecnológico con estrecha vigilancia de todo lo que hace cada persona. Recordemos que China está desarrollando un sistema de vigilancia llamado "golden shield". Según Freedom House, el nivel de libertad de Internet en China ya es el peor del planeta. Actualmente hay instaladas en China 176 millones de cámaras de vigilancia, cada vez más con posibilidad de reconocimiento facial, su plan es tener 450 millones de cámaras instaladas antes del 2020. China no se limita a su enorme territorio y población, quiere extender su modelo por todo el mundo. Como ha puesto de relieve Angela Merkel en la última reunión de Davos, es urgente que Europa encuentre su sitio entre estos dos polos.
Entre las preferencias del gobierno español está muy lejos el desarrollo de toda esta constelación de innovaciones. El gobierno actual, o el que venga en el futuro, debe poner en marcha un ambicioso plan para las nuevas infraestructuras digitales. Los catalanes, por ejemplo, harían bien en olvidarse de su independencia imposible y desarrollar un plan integral para la tercera revolución industrial, como lo están haciendo actualmente la región de Hautes-de-France y la región metropolitana de Rotterdam y La Haya. La historia y el progreso tecnológico se están acelerando hasta límites insospechados y las regiones y las naciones que no entiendan por dónde va el progreso se van a quedar peligrosamente al margen.
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