Casi doce años después de su creación, Twitter ganó dinero por primera vez. Los resultados del cuarto trimestre de 2017 reflejan un beneficio neto de 91,9 millones de dólares. El año anterior registraba pérdidas de más de 167 millones en el mismo periodo (ver gráfico de Statista).
En un comunicado, su fundador Jack Dorsey asegura que “logramos nuestra meta de rentabilidad”. Su facturación aumentó un 2% hasta situarse en 732 millones de dólares, cifra muy superior a los 686 millones que esperaba el mercado. Las acciones también subieron un 15%, a 31 dólares, logrando aumentar por primera vez en tres años el precio de su salida a bolsa (26 dólares).
Pero, ¿a qué se debe este cambio de tendencia? La principal clave de estos buenos datos es que el número total de anuncios aumentó un 75% año a año, destacando los vídeos. También obtuvieron un mayor porcentaje de clics al ofrecer publicidad más relevante para el usuario en todos los formatos. Por otra parte, la base de usuarios activos al mes se sitúa en 330 millones, con una subida del 4%. Los usuarios diarios se han elevado un 12%.
Un año después del paso de 140 a 280 caracteres, parece que la estrategia ha sido acertada. Otra de sus apuestas más exitosas es la transmisión de 1.140 eventos en directo tan solo en el cuarto trimestre, de los cuales el 60% llegó a una audiencia mundial.
A pesar de los buenos resultados de los últimos meses, Twitter cerró su año fiscal con unas pérdidas de 108 millones (lejos de los 457 millones de 2016). El primer trimestre de 2018 será clave para conocer si la tendencia positiva experimentada en el cuarto trimestre se mantiene, como todo parece indicar.