Podcasts
El temor a que el negocio de los podcasts fuera una burbuja a punto de explotar se ha disipado. Los últimos datos demuestran que esta tendencia ha llegado para quedarse durante mucho tiempo. Según el informe anual Infinite Dial de Edison y Triton Digital, los podcasts tienen una audiencia de 67 millones de oyentes en EEUU, diez millones más que en 2016. En cuanto a la publicidad, los ingresos alcanzaron la nada desdeñable cifra de 220 millones de dólares al finalizar el año.
Gracias a la puesta en marcha de la función Podcast Analytics de Apple ya se puede saber incluso cuál es el impacto de los podcasts en los oyentes. Muchas compañías han detectado que los usuarios escuchan entre un 80 y un 90% del contenido y son pocos los oyentes que omiten los anuncios. Estamos, por tanto, ante un canal en el que el compromiso es muy alto.
Otro de los informes más importantes publicados recientemente, el del Instituto Reuters y la Universidad de Oxford, ponía de manifiesto que el 45% de los usuarios ya utiliza los asistentes de voz (Alexa, Siri, etc) para consultar las noticias. Los editores son conscientes de este auge, ya que el 58% de los entrevistados aseguraba que iba a invertir en recursos basados en audio y el mismo porcentaje citó los podcasts. El vídeo en formato largo será la prioridad para el 47% y tan solo un 25% nombró la Realidad Virtual.
Blockchain
“Blockchain es la siguiente ola de transformación digital que podría ser incluso más grande y más importante que la primera”. Así de contundente se muestra Alex Preukschat, cofundador de Globatalent en el IX Informe Perspectivas Wellcomm de la Comunicación que se ha presentado recientemente.
En el extenso documento, diversos expertos señalan la importancia que tendrá esta tecnología para los medios de comunicación. El mayor impacto tendrá lugar en la construcción de nuevos servicios online más seguros y transparentes. Gracias al blockchain, las transacciones digitales serán más visibles para todo el mundo.
Pablo Herreros, socio director de Goodwill Comunicación, tiene claro que los periodistas se subirán antes a esta ola que sus empresas. En su opinión, a los medios no les interesa que los anunciantes conozcan cuántas visitas reales reciben sus anuncios. En cambio, los periodistas sí podrían beneficiarse de la obtención de micropagos por cada lectura de un artículo, que cobrarían inmediatamente sin necesidad de que su medio ejerciera de intermediario. El cobro de impuestos por parte de Hacienda se realizaría también de forma automática.
Una vez que los medios entiendan lo que va a suponer este cambio de paradigma, empezarán a dar más importancia al tiempo que pase el lector en su página que al número de clicks obtenidos. Por otra parte, los medios fiables podrán luchar contra la competencia desleal y los generadores de noticias falsas gracias a la asignación de una ID digital que identifique a los periodistas acreditados y a cada artículo.
El Eldelman Trust Barometer 2018 confirma que, en los 28 países donde se realizó la encuesta, el 59% de las personas sigue confiando en los medios frente al 54% del año anterior. La confianza en las plataformas digitales se sitúa en el 51%. Las empresas periodísticas deben ser inteligentes para aprovechar esta circunstancia a su favor. Si Facebook ha decidido que los contenidos de los contactos personales primen sobre las noticias, los editores tienen una manera de demostrar a esta compañía que se equivoca. La sociedad está cansada de que las plataformas de Internet permitan la publicación de noticias falsas, por lo que Facebook ya ha decidido que los usuarios puntúen el grado de fiabilidad de los medios. Ahora acaba de hacer público que promocionará las noticias basadas en fuentes locales con el fin de crear comunidad. Los responsables de los medios deben actuar con inteligencia, poniendo en valor los contenidos de calidad y utilizando las nuevas tecnologías a su alcance para que a Facebook no le quede más remedio que pagar a las compañías periodísticas como ya lo hace por el uso de la música en los vídeos caseros.