Habrá batalla para evitar el fin de la neutralidad de la Red

Obama había blindado la neutralidad de la Red, un concepto que desliga las redes de los negocios para tratar a todos los contenidos que circulan por ellas de manera igualitaria, sin distinciones de ningún tipo. Trump acabó con ella gracias a la inestimable ayuda de la Comisión Federal de Telecomunicaciones (FCC), que el pasado mes de diciembre abrió la puerta a la discriminación de contenidos por tres votos a favor y dos en contra. Pero no será tan fácil: los fiscales generales de 21 de los 50 Estados del país han interpuesto una demanda contra la FCC por esta orden, que tildan de "arbitraria y caprichosa". Y prometen dar la batalla.

La ofensiva la ha iniciado el Estado de Nueva York, gobernado por demócratas. El fiscal general, Eric Schneiderman, asegura que la nueva normativa pone "los beneficios por delante de los consumidores mientras controlan qué vemos, qué hacemos y qué decimos en Internet". Después se han ido sumando más fiscales, ocho de ellos procedentes de Estados gobernados por republicanos, además de dos grupos de presión y 40 grandes empresas de Silicon Valley, que acaban de crear la "Asociación de Internet". Facebook, Twitter, Amazon, Netflix y Google forman parte de ella.

Además, la ofensiva llega también desde el lado político. Los 49 senadores demócratas pretenden votar en contra del cambio regulatorio en las cámaras legislativas estadounidenses. Cuentan con el apoyo de una senadora republicana, Susan Collins, lo que deja a los demócratas a un escaño de ganar la votación. Tampoco sería fácil, ya que cualquier derogación deberá ser aprobada por la Cámara de Representantes, donde los republicanos gozan de mayoría. El Presidente Trump tiene, además, poder de veto, lo cual sugiere que la única forma de paralizar el fin de la neutralidad de la Red es que los demócratas consigan una mayoría de dos tercios en ambas cámaras. Eso o reflexionar sobre el futuro de Internet. Pero no parece que esto forme parte del debate.