Aunque desconocemos si algún día se harán realidad, estas ideas, tildadas de "peligrosas", muestran posibles rumbos que tomará el mundo en los próximos años.
Cuando juntas a dos personas que han hecho de las ideas disruptivas su forma de vida, el resultado es lo que te vamos a contar hoy. Peter Diamandis, presidente y CEO de X PRIZE Foundation, entrevistó recientemente a Ray Kurzweil, el polémico cerebro al frente de la universidad más curiosa de la Tierra, la Singularity University. Lo hizo en el Googleplex, la impresionante sede de la compañía más disruptiva que se conoce hasta el momento... porque resulta que Kurzweil director de ingeniería en Google. Casi nada.
Vistos los antecedentes, ahora llegan las novedades: Kurzweil ama hacer predicciones, a pesar de que una inmensa mayoría de la población recibe con recelo e incredulidad sus palabras. Tal vez esa sea la clave de su éxito: si nadie, entre los de a pie, logra creerse lo que dice, es porque precisamente eso es lo que sucederá. Tomamos nota:
1) El fin del estado-nación
Los gobiernos siempre han buscado la estabilidad de sus pueblos. En ello han jugado un papel importante las fronteras. Pero están en peligro de extinción. "Los estados-nación ya no son islas", explica Kurzweil. "Las nuevas generaciones se sienten ciudadanos del mundo más que nunca porque hablan con personas de todo el mundo", prosigue. Que las sociedades se hayan digitalizado supone haberlas interconectado. Bastan unos cuantos clics para estar virtualmente en cualquier país del mundo sin moverse de la silla. También, para reservar un viaje a los confines del planeta. Nunca ha sido tan fácil conocer otras culturas y mezclarse con ellas, algo que en Europa vivimos en primera persona gracias a la Unión Europea y la desaparición de las fronteras internas. Se desconoce cómo se organizarán los países, pero todo indica que la tendencia es la progresiva destrucción de más fronteras para crear realidades supranacionales que permitan una interconexión aún mayor... en el mundo físico. Porque en el virtual existe desde hace tiempo y todos somos partícipes de ella.
2) Velocidad de escape de la longevidad
La Longevity Escape Velocity es el punto en el que por cada año que estás vivo, la ciencia puede ayudarte a vivir un año más. No es ningún secreto que compañías como Alphabet, matriz de Google, buscan la forma de "curar" el envejecimiento, considerado una "enfermedad" por cada vez más personas (de pensamiento disruptivo). La ciencia avanza con nuevas técnicas que permiten detectar y tratar enfermedades con mayor precisión que nunca con el objetivo que erradicar algunas de ellas. Para Ray, en apenas 10 o 12 años se habrá alcanzado el punto en el que la ciencia sea capaz de añadir años a la vida de las personas conforme soplan velas. "En ese momento, la biotecnología se habrá apoderado de la medicina", pronostica. Y va más lejos, al pensar en nanorrobots como los sustitutos, en cierto modo, del sistema inmunitario, al tener capacidad para buscar y destruir células dañadas o reparar órganos. El propio Kurzweil anticipa la respuesta de algunos gobiernos: no habrá espacio para la Seguridad Social. Pero tiene la respuesta: que las personas de 85 años estén sanas las convierte en productivas, lo que ayudaría a la economía al eliminar gasto sanitario e incluso en pensiones (es más: seguirían cotizando a las arcas públicas). Habrá que preguntar a la otra parte qué opina acerca de trabajar toda su vida...
3) Definiendo y actualizando las capacidades humanas
A pesar de las voces críticas que sostienen que la tecnología nos deshumaniza, Ray opina todo lo contrario: mejorará nuestra humanidad en lugar de restarle valor porque aprovecha la esencia misma de lo que significa ser humano. Pero, claro, a su manera: "No creo que los humanos tengan que ser biológicos", explica. Lo sostiene volviendo al pasado: la creación de herramientas de piedra o el descubrimiento del fuego permitieron el desarrollo de los humanos gracias a que se convirtieron en extensiones de su cuerpo, añadiendo capacidades hasta entonces inexistentes. Una especie de evolución no biológica que creó humanos más poderosos.
Si bien es cierto que un móvil nos abre un mundo de posibilidades y realmente añade capacidades a nuestro ser, el siguiente paso será la inclusión de esas tecnologías dentro del propio cuerpo. Los llamados cíborgs son personas que ya disponen de algún tipo de capacidad tecnológica integrada en su cuerpo, una figura que progresivamente será más frecuente ver entre nosotros (y que podríamos terminar adoptando...). Parece ciencia ficción, pero Ray sostiene su planteamiento con algo que, desde luego, desmonta a cualquiera: tomar medicinas no es muy diferente, y de hecho nos permite ampliar nuestras capacidades gracias a la química. Aunque los medicamentos del futuro podrían llevar integrados nanorrobots para que la química no fuera la única responsable... Para quienes no se fíen, Ray simplemente sugiere esperar: cuando la población vea que algunos vecinos, familiares y amigos mejoran su calidad de vida, probablemente se decidirán.
La tecnología también permitirá sentirse otro sin dejar de serlo gracias a la realidad virtual. El ejemplo que propone Ray está enfocado a las parejas, que podrían intercambiar sus personalidades para ponerse en la piel del otro. Tal vez acabase con los divorcios, pero no llegaría hasta 2030. Así que, de momento, sugerimos filosofía, pero también no perder de vista ninguna de estas ideas peligrosas. Por lo que pueda pasar.
Puedes ver la entrevista completa en este vídeo:
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