La reinvención de la televisión es uno de los capítulos más interesantes de libro “Diez años que cambiaron los medios: 2007-2017”, editado por Fundación Telefónica. En él se analiza el papel que ha jugado la televisión pública y la oportunidad perdida de crear un espectro televisivo plural: la oferta hoy es muy amplia gracias a los canales de pago, pero la TDT sigue estando dominada por el duopolio Atresmedia-Mediaset.
Ni el gobierno de Aznar en 1998 con el Plan de TDT, ni su sucesor Zapatero en 2005, lograron crear una televisión en abierto más competitiva. La puntilla llegó de la mano de Rajoy en 2005, con la adjudicación en vísperas de la campaña electoral de seis nuevas licencias de canales estatales a los operadores dominantes, más los que el libro califica como “nuevos agentes de dudosa entidad audiovisual”: Real Madrid, Sequoya, Radio Blanca y Canal 13.
RTVE y canales autonómicos
La televisión pública arrastraba desde el franquismo una falta de autonomía que se perpetuó con el Estatuto de 1980. La Ley de RTVE 17/2006 promovida por Rodríguez Zapatero introducía importantes avances regulatorios y la cadena disfrutó de una independencia gerencial y editorial. Sin embargo, en la segunda legislatura se vio envuelta en los ERE y la decisión de eliminar la publicidad. Con el PP en el gobierno llegaron los recortes y una regresión a los años noventa. La deuda que acumula la cadena revela que el modelo financiero es insostenible. Esta situación tan precaria ha provocado una caída en las audiencias: La 1 ha perdido un 46,44% de share en nueve años y CRTVE en su conjunto ha pasado del 23,1% de share en 2006 al 16,7% en 2015.
Respecto a los canales autonómicos, la Ley General del Audiovisual 2010 permitió que estas televisiones pudieran tener por fin una regulación democrática. El problema es que la mayor parte de las trece entidades regionales no la llevaron a la práctica y otras lo hicieron de forma parcial. El PP de Mariano Rajoy, con la Ley 6/2012 flexibilizó los modos de gestión, lo que se tradujo en privatizaciones, externalizaciones y el cierre de Canal Nou. Los recortes y la imposibilidad de ofrecer una oferta de calidad hicieron descender la audiencia hasta su mínimo histórico: un 8% en el periodo 2014-2015.
Duopolio Atresmedia-Mediaset
En el libro de la Fundación Telefónica enfatizan que las cadenas privadas en España han vivido una situación de duopolio legal. Entre 1990 y 2005, con Telecinco y Antena 3, y posteriormente con la adhesión por parte de Mediaset y Atresmedia de Cuatro y La Sexta respectivamente. Esta concentración ha recibido la bendición legal y gubernamental. Si a ello se suma la absorción de la publicidad que perdió RTVE en 2009 y el aumento de canales de su propiedad, se explica que en 2014 Mediaset y Atresmedia ya acaparaban el 85,7% de la inversión publicitaria (en 2009 tan solo era del 47,7%). En 2015 ya era del 89%: Mediaset ingresó 873 millones de euros y Atresmedia 846 millones. En cuanto a las audiencias, Atresmedia superaba el 27% en 2016, mientras que Mediaset alcanzaba el 30,5%. El Grupo TVE se quedó en el 16,9%, las autonómicas en el 7,4% y las de pago en el 7,1%.
Canales de pago
La televisión de pago ha pasado de representar un 5,6% de cuota de pantalla en plena crisis (2013) a alcanzar el 7,1% en 2016. La concentración también es evidente en este mercado, con Movistar-DTS, ONO-Vodafone y Orange-Jazztel como principales operadores. Según el informe de la Fundación Telefónica, la facturación de la televisión de pago supera a la publicitaria (2.064,6 millones de euros en 2015, frente a 1.801,9 respectivamente).
El satélite sigue representando la mayoría del mercado, aunque ha sido superado en clientes por las redes XDSL, que crecieron en 2015 un 97,7% debido a los paquetes que ofrecen las operadoras. Por su parte, la televisión online creció casi un 50% en 2015, pero sigue logrando cifras de facturación muy modestas (20,3 millones de euros en 2015, un 0,5% del mercado de pago y 215.000 clientes).
La conclusión a la que llega este libro es que la industria audiovisual tradicional se ha empobrecido. Sin embargo, estamos en un momento histórico en el que habrá que ver qué papel juegan los nuevos actores de la televisión digital, Netflix y HBO, y las ofertas de YouTube, Amazon, Apple y Google. El informe señala que la televisión del futuro contribuirá a aumentar las desigualdades sociales. Por un lado, existirá una televisión en abierto y unos servicios audiovisuales con anuncios para las personas con menos recursos, mientras que por otro habrá paquetes de canales de pago más sofisticados y vídeo bajo demanda en todo tipo de redes para los usuarios que tengan un mayor poder adquisitivo.