Disfrutar de los contenidos de Disney y Pixar en Netflix tiene fecha de caducidad: finales de 2018. A partir de 2019, las compañías tomarán caminos separados y se convertirán en rivales, ya que la compañía reina del mundo del entretenimiento prevé lanzar al menos dos servicios de streaming propios en los próximos años.
Disney emitirá en exclusiva nuevas producciones de cine, como las nuevas sagas de ‘Frozen’ o ‘Toy Story’, además de programas de televisión. Sin embargo, Netflix intentará conservar los contenidos de Marvel y Lucasfilm para no salir tan mal parado de este divorcio.
El otro servicio de streaming de Disney tendrá como protagonista al deporte. Tras adquirir una participación mayoritaria en BAMTech, una compañía de transmisión online creada por la Major League de béisbol, la compañía prepara el lanzamiento del canal ESPN OTT para principios de 2018. Este servicio pretende emitir más de 10.000 eventos deportivos el primer año, que no estarán disponibles en las cadenas tradicionales de ESPN.
Los consumidores más jóvenes están desplazando su interés de la televisión tradicional al vídeo online. El mercado de los contenidos en streaming ya cuenta con pesos pesados como Netflix y HBO, a los que se han sumado gigantes de Internet como Amazon y Facebook. Si Netflix ha imitado a Disney en la producción de contenidos propios, ahora es Disney la que copiará a la plataforma digital lanzando su propio servicio. La guerra del vídeo ha comenzado.