La red social entra de lleno en el sector audiovisual como un competidor capaz de producir sus propios contenidos y servir de plataforma para la emisión de deportes.
Si los canales de televisión ya temblaban ante el empuje de las plataformas de pago y de competidores como Netflix, que se preparen: Facebook ha anunciado en apenas dos días un par de movimientos que buscan consolidar a la plataforma de Mark Zuckerberg como un emisor más. Un YouTube en toda regla, competidor al que consiguió eliminar de sus 'muros' cuando decidió apostar por el vídeo.
Nadie duda del peso e importancia de este formato por el que ahora todos compiten. El brutal éxito de YouTube y la apuesta de Amazon por Twitch han demostrado que hay vida más allá de los vídeos absurdos. De hecho, el negocio puede ser excesivamente grande si tenemos en cuenta que estas plataformas pueden convertirse en distribuidores sin esfuerzo, por lo que nadie quiere perder su trozo del pastel.
Parece que el mercado de los contenidos vivirá una nueva edad dorada durante los próximos años. Las tecnológicas están dispuestas a invertir lo que haga falta para abrirse hueco. Uno de los anuncios de Facebook ha sido precisamente ese: producirá sus propias serie con un presupuesto de hasta tres millones de dólares por episodio, una cifra a la altura de lo que invierte cualquier cadena de televisión tradicional. Es la culminación de una serie de movimientos que ha hecho durante los últimos meses para allanar el camino, en el que Amazon entró hace tiempo con Prime Video, un competidor natural de Netflix que incluso pone su nombre en los Oscar.
La diferencia reside en que Facebook ha hecho un segundo anuncio que aleja su estrategia de la de sus competidores: también emitirá deportes, concretamente la competición futbolística más prestigiosa que existe, la Champions League. Es cierto que se trata de un acuerdo con Fox Sports para emitir en Facebook algunos partidos (es decir, no tiene los derechos, sino que sirve de plataforma difusora), pero este movimiento servirá para poner a prueba el éxito de estos contenidos y, tal vez en el futuro, competir por la compra de los derechos en exclusiva. Aunque no es necesario testar el éxito del fútbol en la red social, pues son públicas algunas cifras que demuestran el engagement que es capaz de generar con estos contenidos, así como los problemas legales a los que se enfrenta la compañía de Zuckerberg, convertida en la alternativa pirata a la emisión de pago de partidos: muchos usuarios utilizan Facebook Live para pinchar la señal de partidos y emitirlos de manera gratuita gracias a una maraña de páginas que aparecen y desaparecen con la misma velocidad con la que rueda el balón.
El anuncio de Facebook ha levantado polvareda por el poder que tiene esta red social, pero
Twitter lleva tiempo emitiendo competiciones deportivas y Apple también está produciendo sus propios contenidos audiovisuales. Movimientos que ponen contra las cuerdas a los canales tradicionales, a pesar de que han comprendido el poder de Internet como plataforma de emisión y ya muestran signos de adaptación, como la creación de
mtmad a manos de Mediaset España o del canal sobre eSports
que recientemente ha anunciado Vodafone, y que explotará a través de Twitch. Lo que viene por delante es muy interesante.