No es solamente la "falta de sensibilidad de los directivos con la tecnología", como explica agudamente Enrique Dans en su blog ("Entendiendo el concepto de deuda técnica"), sino tal vez un problema que va más allá de la tecnología.
Hay poco periodistas que sigan, entiendan y divulguen, las novedades del progreso tecnológico, que vayan más allá de exponer los 'gadgets' de dicho progreso, los aparatos, las novedades y sus características. Explicar temas profundos y complejos, como las interioridades de la Inteligencia Artificial o la tecnología informática que emplea el sistema 'blockchain' no está al alcance de cualquiera, pero es esencial para entender el mundo que nos rodea, que se ha convertido en un potro salvaje de difícil monta. Las derivadas del terrorismo y el populismo tienen bastante que ver con este pánico al progreso, y al desconocimiento de los lugares hacia los que pueda llevarnos.
La tecnología se acerca al punto en el que sus logros se van pareciendo cada vez más a la magia y muchos responsables de los medios acumulan con frecuencia una deuda técnica intelectual y cultural con estas realidades. Por eso podemos ver cómo importantes medios de comunicación no aciertan a dotar de la necesaria relevancia de estos temas. No encuentran un lugar donde situar estas informaciones (¿En Economía, en Cultura?). ¿Por qué no hay en español una publicación que logre destacada relevancia en estos temas, como por ejemplo lo hace 'Wired' en EEUU? Estamos ante una deriva peligrosa que tiende a acumularse, porque la transición digital es ya un factor clave para la competitividad de un negocio o de un país. También en el periodismo.