En la cola del supermercado se nos pueden ocurrir muchas ideas. También cómo crear una máquina para que comprar sea más fácil y cómodo. Esta es la historia de Bask-Up contada por sus inventores.
Nos reunimos con Ramón González Louro, cofundador de Bask-Up, en el Global Robot Expo de Madrid, donde cuenta a media-tics en qué consiste uno de los inventos más admirados de la feria, a pesar de su sencillez. Ya está patentado y han tenido conversaciones con algunas cadenas de supermercados. Tal vez en poco tiempo agacharse para coger la compra y ponerla en la cinta será cosa del pasado.
¿Qué es Bask-Up?
Ramón González Louro: Básicamente, sirve para elevar las cestas de los supermercados a la altura del mostrador para facilitar coger los productos y situarlos en la cinta transportadora para no tener que elevar la cesta, con el esfuerzo que conlleva. Es un sistema muy sencillo porque está dirigido a un sector que necesita sencillez. Acercamos la cesta al sistema y se eleva, cogemos los productos, retiramos la cesta y el sistema vuelve a su posición inicial para elevar la cesta del próximo usuario.
¿Cómo se os ocurrió este sistema?
R.G.L.: En la cola del supermercado (risas). Íbamos con prisa y delante había personas mayores que estaban haciendo esfuerzos por levantar la cesta. Pensamos si sería complicado inventar algo para solucionar este problema y, después de varios intentos y proyectos fallidos, llegamos a este punto. Empezamos con maquetas pequeñas, a escala, y acabamos construyendo un prototipo que nos llevó al sistema final.
¿Ya está a la venta?
R.G.L.: Sí, lo acabamos de sacar del horno y está a disposición de cualquier comprador.
¿Ya hay algún supermercado interesado?
R.G.L.: Sí, hay algunas cadenas, sobre todo cadenas gallegas. A raíz de la feria ha habido contactos con algunas grandes superficies. Lo bueno que tiene es que es estándar y sirve para todas las cestas. Y la instalación es mínima: llegar, colocar, enchufar y funciona.
No pertenecéis al sector de la robótica…
R.G.L.: No, mi socio viene del sector de los drones, tiene una empresa de drones, y yo trabajo en el sector informático, con programación y software. Uniendo las dos cosas, tecnología, mecánica, sistema eléctrico… llegamos aquí.
¿Cómo habéis conseguido hacer realidad en España una idea como esta?
R.G.L.: A base de esfuerzo y dinero. El sistema de patentes y certificaciones es bastante caro y lo soportamos nosotros, no hemos solicitado ninguna subvención. Es un esfuerzo grande llegar hasta aquí, pero con perseverancia y ganas de hacerlo… Y sobre todo, que nos divertía, lo pasábamos bien. Eso nos ayudó a continuar.
¿Qué le dirías a una persona que tuviera una idea y no supiera llevar a cabo porque no sabe cómo empezar o no tiene dinero?
R.G.L.: Lo primero, hacer un estudio de mercado porque hoy en día salen inventos y sistemas de todo tipo cada poco tiempo. Después, asesorarse. No tanto con empresas de certificación o patentes, sino con gente que pasó por lo mismo, porque pueden ayudarte a moverte en los entresijos de todo este sistema que, a priori, si no tienes ni idea es complicado y costoso. Y perseverancia, paciencia y llamar a muchas puertas. Y mucho ánimo.