Tenía el valor de decir verdades como templos, por ejemplo cuando dijo que “la cámara no se entiende sólo si se usa para mostrar miseria”. ¿A qué se refería? A que una cosa es la denuncia y otra las medidas que se implementen para buscar la solución a los problemas.
En la actualidad sus reflexiones son lo más parecido a lo que nos parece casi cotidiano y normal, como programas televisivos en los que se hace una investigación en profundidad de los ámbitos más oscuros de la sociedad, como es la droga, el tráfico de personas vinculado a la prostitución, etc. Pero para que hoy podamos tener acceso directo y rápido a la denuncia, sea del tema que sea, tuvieron que existir personalidades como Parks que rompieran el molde y soportaran la persecución de las clases dominantes.
Parks decía en una ocasión que “me había involucrado en cosas que estaban sucediendo a la gente. No importa el color que sean, ya sean indios o negros, o el blanco pobre o cualquier persona que fuera que tuviera que sacudirse el mal de encima”. ¿Demasiada crudeza? ¡No! Probablemente un exceso de realidad que él reflejó mejor que nadie.
Pero nunca se apartó del camino de esa humanidad y humildad que lo ha caracterizado, como es tan frecuente cuando las personas que lograron algún éxito en la vida y se les sube a la cabeza. Por contario, Parks lo confirma al sostener que “el fotógrafo comienza a sentirse una celebridad y a veces tan grande (en sentido figurado) que no puede atravesar una de esas puertas. Recibe solicitudes de todo el mundo, aunque lo realmente importante es la gente que él fotografía”. Para él lo que valía era su especial misión en la vida: ser testigo imparcial de su tiempo.
¿Cuántas veces nos hemos preguntado si tenemos la fuerza y valentía para enfrentarnos al desafío? Seguramente muchas de ellas han sido en silencio, sólo hablando con nuestra voz interior, en vez de hacerlo saber incluso a nuestros más allegados. Lo que siempre hay que tener presente es que cuánto más grande es el reto o el obstáculo que tenemos delante, será una nueva oportunidad de crecer. Así de simple.
Otro contemporáneo de Parks, Abdul Kalam (1931- 2015) que fue un científico e ingeniero indio destacado, considerado un líder progresista, mentor, innovador así como visionario y que llegó a ser presidente de la India entre 2002-2007, tenía pensamientos que son tan vigentes y confirman el entusiasmo de Parks, tales como “If you fail never give up because fail means “first attempt in learning” (Si fracasas nunca te rindas porque F.A.I.L. significa primer intento de aprendizaje). Agregaba además que “End is not the end, in fact end means “effort never dies” (El fin no es el fin, de hecho significa “el esfuerzo nunca muere), al considerar el significado que para él tienen las letras que forman parte de la palabra “end”. Y remata estos pensamientos con “If you get a NO as an answer, remember no means “Next opportunity”. So let’s be positive” (Si tienes un No por respuesta recuerda que No significa “nueva oportunidad”. Por tanto, sé positivo).
Como todas las personas que se caracterizan por una gran sensibilidad y humanismo, no ocultaba que era necesario nutrirse de la fuerza para poder vencer todas las barreras. Por ello decía que “la determinación es el poder que nos ve a través de todas nuestras frustraciones y obstáculos. Ayuda en la construcción de nuestra fuerza de voluntad que es la base misma del éxito”, en clara alusión a que siempre cuánto más fuerza tenemos es cuando algún incidente o caída en nuestra vida nos obliga a levantarnos, pero que dependiendo de cómo lo hagamos podremos retomar incluso el camino del éxito. Esto es la determinación a la que se refiere y en definitiva es la que configura el carácter de hombres y mujeres.
Cuando Kalam dice que “para tener éxito en la vida y lograr resultados, debes entender y dominar tres poderosas fuerzas: deseo, creencia y expectativa”, nos muestra de manera sencilla que los seres humanos tenemos que lograr una armonía en nuestra vida, que los desequilibrios son naturales y que la búsqueda de la vuelta a un nivel de estabilidad, no sólo es la ausencia de crisis, sino la convergencia de nuestros anhelos (él habla de deseo), convicciones (él habla de creencias) y visión de futuro (él habla de expectativa). ¿Qué es la vida sin estos tres valores? Sería lo más parecido a una existencia vegetativa, sin esperanza, tampoco sin sufrimientos y especialmente sin valores.