En los últimos meses se han multiplicado las voces que señalan que Facebook debería ser considerado como un medio de comunicación. El ministro de Justicia alemán, Heiko Maas, ha pedido a las autoridades europeas que etiqueten de esta forma a la red social para responsabilizarla de los contenidos que publican sus usuarios. La respuesta de Facebook ha sido la de luchar contra las noticias falsas que tanto daño han hecho a la credibilidad de la empresa. Pero además las decisiones que toma Zuckerberg acerca de lo que es tolerable publicar en la red social y lo que debe ser censurado le equiparan a un editor de periódicos. Incluso las noticias que prioriza su algoritmo revelan un criterio editorial. Tras la polémica de la foto histórica de la niña desnuda del napalm, el CEO tomó una de las decisiones más cruciales para el futuro de la compañía: permitir la publicación de más material que sea considerado como “noticiable, significativo o importante para el interés público, aunque pueda violar nuestros estándares”.
Zuckerberg siempre había negado que Facebook fuera un medio de comunicación y prefería definirlo como una empresa de tecnología que construye herramientas para facilitar el intercambio de contenidos. Hasta ahora. En el chat en directo con su jefa de operaciones, Sheryl Sandberg, el CEO quiso concretar cuál es el papel de su compañía en el mundo actual. “Facebook es un nuevo tipo de plataforma. No es una empresa de tecnología tradicional. No es una compañía de medios de comunicación tradicionales. Ya sabes, construimos la tecnología y nos sentimos responsables de cómo se utiliza. No escribimos las noticias que la gente lee en la plataforma, pero al mismo tiempo también sabemos que hacemos mucho más que distribuir noticias, y somos una parte importante del discurso público”.
¿Estamos ante un reconocimiento velado de Facebook como medio de comunicación, con el matiz de que no es un medio de comunicación ni una plataforma tecnológica como las que conocíamos hasta ahora? Al menos, sí admite que no se limitan a distribuir contenidos de otros. Ya en un post anterior reconocía que “tenemos una mayor responsabilidad que la de construir la tecnología en la que la información fluye”, concretándose como “una nueva clase de plataforma para el discurso público”. Su misión es la de “permitir que la gente tenga conversaciones más significativas y construir un espacio donde pueda ser informada”.
El primer paso será luchar contra las noticias falsas etiquetando las historias a modo de advertencia a sus usuarios de que pueden estar ante una información fraudulenta. Veremos si en 2017 Alemania consigue que la red social reciba el tratamiento de un medio de comunicación para estar sujeto a la legislación europea que regula a la prensa y asuma realmente esas responsabilidades de las que habla Zuckerberg.
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