Ogilvy crea una división para desarrollar chatbots

Los bots se han convertido en las nuevas webs conforme las aplicaciones de mensajería se hacen con el poder de Internet. Y los chatbots, programas informáticos capaces de interactuar con las personas, son una frontera que la agencia publicitaria Ogilvy quiere explotar para sus clientes. Por eso ha creado una división en el Reino Unido especializada en desarrollar estos programas, cuyo coste actual se calcula varía según la capacidad de respuesta que tengan, llegando en ocasiones a superar los 10.000 euros. Un precio elevado pero inferior al que requieren algunas apps, que deben ser actualizadas conforme lo hacen los sistemas operativos iOS y Android para adaptarse a los nuevos requerimientos. Un chatbot es más barato de mantener, dado que no necesita ser reprogramado, sino que basta con añadir nuevos datos. Incluso hay chatbots capaces de aprender por sí mismos.

“Hace ocho años, la pregunta que tenían los clientes era ‘¿deberíamos tener una app?’, pero ahora el CEO quiere decir a los accionistas que tienen un chatbot”, explica Jo Coombs, CEO de OgilvyOne.

Para conseguir este reto de dotar de chatbots a las marcas, Ogilvy cuenta con un equipo de profesionales que provienen de ChatFuel, IBM o Facebook, así como especialistas en UX (User Experience o experiencia del usuario).

El objetivo de los bots de Ogilvy es que los clientes puedan resolver problemas de su negocio, pero sin dejar de lado las posibilidades publicitarias, de soporte o de mejora de la experiencia de los usuarios finales.

Ogilvy ya ha creado chatbots para el hotel Mondrian de Londres y prevé crear más de una docena en los próximos meses, entre ellos uno para British Airways.

Desde la agencia creen que el futuro de los chatbots es prometedor y que la popularización de dispositivos como Google Home y Amazon Echo, que se controlan por voz y tienen un funcionamiento similar a los programas que están creando, ayudará a que nuevas empresas y marcas quieran su propio bot.