Las claves del cambio en el ‘Washington Post’

Durante su discurso en el Festival García Márquez, Martin Baron, director del ‘Washington Post’, explicó los proyectos que el periódico ha puesto en marcha en los últimos meses para adaptarse al mundo digital. Estas son las claves del cambio en su periódico:

1) Un equipo nocturno que rastrea la web en busca de historias que tratar en su medio con el enfoque tradicional de su cabecera. También tienen un equipo de noticias generalistas que cubren la última hora sobre cualquier tema, pero que, en ausencia de estas, rastrean Internet para conocer qué se está hablando en redes sociales y qué han publicado medios más pequeños.

2) Blogs de noticias relacionadas con áreas especializadas, como medioambiente, ciencia, militar, crianza de hijos, vida espiritual o mundo animal.

3) Viralización de contenidos: al equipo enfocado al engagement le sumaron personas especializadas en viralizar los contenidos en redes sociales. No sólo en Facebook y Twitter, sino en otros rincones y en aplicaciones de chat.

4) Newsletters más potentes: “Los newsletters pueden ser una importante fuente de tráfico y nos permiten eludir intermediarios como Facebook y Twitter”. Por eso están cuidando mucho este producto, que también permite ser combinado con el big data para personalizar recomendaciones. “Esta herramienta funciona mucho mejor que el criterio humano”, asume Baron.

5) Cambio de hábitos: han cambiado el flujo de publicación de historias, dado que el consumo en Internet se produce a primera hora del día, mientras que en papel suele hacerse a última de la tarde. Esto exige reorganizar el modelo de trabajo. Y ellos lo han hecho.

6) “Red del talento del Washington Post”: han construido una red de 2.200 periodistas que actúan como corresponsales en cualquier rincón del planeta y como colaboradores del diario. Este masivo número de periodistas trabajando para el diario permite obtener historias inéditas que con las estructuras tradicionales sería imposible conocer. “Ellos pueden proponernos historias y nosotros podemos asignarle rápidamente una cobertura cuando surja una noticia en cualquier parte del país y ahora en cualquier parte del mundo”, explica Baron para defender un modelo que, además, ayuda a periodistas sin empleo, subempleados o freelancers.

Todos estos movimientos buscan convertir al ‘Washington Post’ en la referencia mundial de la transformación digital de la prensa. Y también, por qué no, ayudar a sobrevivir a un icónico diario: “Tenemos ansias febriles por ganar tráfico, profundizar el engagement y estimular la fidelidad. Todo esto nos lleva a más suscriptores, otra de nuestras principales metas”, reconoce Baron. Pero sin dejar de ser periodistas.