Los jóvenes consideran medio de comunicación a cualquier cabecera que les aporte información, sin importarles realmente los años de historia que tengan a sus espaldas.
“Actualmente, están dispuestos a utilizar medios tradicionales, ya que también son nuevos medios”, explica Nick Blunden, director general de estrategia de clientes de ‘The Economist’ para contextualizar los datos de una investigación que realizó a principios de año la prestigiosa revista, y en la que “queríamos saber más sobre esta generación y su forma de participar en los medios de comunicación” con el objetivo de “dibujar estas distinciones entre nuevos medios que se han posicionado como la voz de esta generación – medios como ‘Vice’ – y los medios de comunicación tradicionales”.
Mucho se habla de los millennials, la generación de los nacidos entre 1980 y 2000, jóvenes que adoptaron las nuevas tecnologías a una edad temprana y que han vivido su evolución como algo natural. ‘The Economist’ ha identificado “un subconjunto, los ‘generadores’, un grupo muy influyente dentro de los millennials. Aproximadamente uno de cada tres entra en esta clasificación, y lo que hemos descubierto es que son algunos de los consumidores de medios más sofisticados que hayamos visto nunca”, exlpica Blunden sobre este grupo que no hace distinciones: para ellos todo son medios, independientemente de su procedencia o sus años de experiencia.
Esta novedad sobre los millennials podría ayudar a los medios tradicionales a captar a este público. Hasta ahora se pensaba que los jóvenes eran reacios a consumir cabeceras asentadas, dado que las asociaban con algo antiguo o impropio de gente de su edad. Sin embargo, “están interesados en todos los tipos de contenido y en todos los temas”, explica Bundle. Y parece que también están abiertos a cualquier formato, a pesar de que se pensaba que no estaban dispuestos a leer y que sólo querían vídeos: “consumen más medios de comunicación que cualquier otra generación, lo que es una buena noticia. Y la forma en que la consumen es más variada”, añade.
Estas buenas noticias, no obstante, obligan a los medios a continuar trabajando duro para atraer a un público volátil.
“Creo que hemos avanzado mucho desde donde estábamos”, reconoce Bundle, “pero todavía tenemos mucho camino por recorrer”, puntualiza, explicando que las estrategias de big data que están poniendo en marcha algunos medios con la intención de diseñar estrategias para acercarse a nuevos perfiles “son de poca utilidad a menos que las estés utilizando”, asumiendo que muchas empresas, también entre los medios de comunicación, todavía no han pulido su conocimiento de estas herramientas. Hay esperanza para los medios, pero está detrás del trabajo duro. Y de la paciencia.